Duran Lleida y Rubalcaba se saludan en el foro empresarial en el que ayer participaron en la población barcelonesa de Sitges. :: INÉS BAUCELLS
ESPAÑA

Rubalcaba propone el diálogo entre PP, PSOE y CiU para dar una salida al pulso soberanista

El Ejecutivo central insiste en que no habrá reforma constitucional y que solo está dispuesto a hablar con Mas de cómo mejorar la vida de los catalanes

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso ayer en Sitges (Barcelona), durante la reunión anual del Círculo de Economía, la urgencia de abrir un diálogo a tres bandas -Gobierno, Generalitat y PSOE- para tratar de buscar una solución pactada al pulso soberanista catalán. Esta fue la respuesta del dirigente socialista a la intervención realizada un día antes por Artur Mas en el mismo foro, donde instó a PP y PSOE a consensuar su oferta concreta para un nuevo encaje de Cataluña en España, que estaría dispuesto a incluir como alternativa en la consulta de autodeterminación en la que por su parte propondrá que este territorio se constituya en un nuevo estado europeo.

Pérez Rubalcaba, por contra, reclamó a Mas que cambie de estrategia, que abandone su empeño unilateral en convocar la consulta secesionista el 9 de noviembre próximo y que se implique desde el inicio en la hipotética negociación con los partidos parlamentarios nacionales para alcanzar una solución pactada a la crisis territorial. «Tenemos un problema, pero no solo del Estado, también lo es de Cataluña. Sentémonos y pongámonos de acuerdo los tres», señaló.

A su juicio, España está ante un problema «muy serio» y «dejar pasar el tiempo», como cree que hace el Gobierno de Mariano Rajoy, con la esperanza de que las demandas soberanistas se relajen con la mejoría de la coyuntura económica, no solo no solucionará la crisis territorial si no que la empeorará. En este sentido, insistió en que la salida podría venir por la reforma federal de la Constitución española que proponen los socialistas, con la que se dé cabida a la «singularidad» catalana. Eso sí, Rubalcaba abogó por implicar a todas las comunidades autónomas en la búsqueda de la solución a las tensiones territoriales, como forma de acabar con la tendencia que tienen algunos a «recentralizar» el estado de las autonomías y el empeño que tienen otros por marcharse de España.

El secretario general del PSOE mantuvo en el foro empresarial un diálogo con el número dos de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien coincidió con el dirigente socialista en que el tiempo no curará las heridas y en que es necesario sentarse a hablar de una vez y buscar una tercera vía, intermedia entre seguir igual que hasta ahora y la independencia.

Varias fórmulas

El líder de Unió, sin embargo, discrepó con Pérez Rubalcaba en que una reforma federal pueda ser la panacea. «Si abrimos el melón constitucional esto puede acabar fatal», dijo Duran, que abogó por no tocar el título octavo -el de la organización territorial- y, en cambio, introducir disposiciones adicionales en la Carta Magna que garanticen un nuevo estatus a Cataluña.

«Yo no quiero irme de España, pero tampoco quiero quedarme a costa de desfigurar mi personalidad», afirmó el nacionalista moderado. Su propuesta pasaría por una negociación bilateral entre el Estado y Cataluña para dotar a ese territorio de mejoras en fiscalidad y financiación autonómica y al tiempo blindar en la Constitución y el estatuto las competencias de lengua y cultura. Eso sí, aclaró que esta propuesta tendría que pasar por las urnas y que no cabe poner condiciones al inicio del diálogo como cree que hace Rajoy con Mas cuando le exige que si quiere sentarse a hablar retire la consulta.

Tras el paso del presidente de la Generalitat, de Rubalcaba y de Duran, los asistentes al foro del Círculo de Economía esperan con expectación hoy la intervención del presidente del Gobierno, que en las jornadas preliminares fue interpelado desde el PSOE, CiU o el propio mundo empresarial a que mueva ficha para desbloquear la crisis institucional en Cataluña.

No obstante, si el jefe del Ejecutivo no se desmarca de las tesis defendidas ayer por su mano derecha, Soraya Sáenz de Santamaría, pocas novedades pondrá sobre la mesa del cónclave de Sitges. La vicepresidenta del Ejecutivo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, descartó cualquier posibilidad de abordar en este momento una reforma de la Constitución, que pudiese ofrecer una propuesta estatal alternativa de mayor capacidad de autogobierno a los nacionalistas catalanes, y reiteró que de lo único que el Gobierno está dispuesto a hablar con Artur Mas es de los temas que puedan mejorar la vida de los catalanes y, especialmente, de las iniciativas con las que podrían colaborar para acelerar la salida de la crisis.

Santamaría insistió en que el referéndum está descartado y reclamó a Mas que si no va a centrar su gestión en la salida de la crisis al menos no desestabilice la política con amagos cíclicos de saltarse la ley y sacar las urnas.