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Alberto Fabra y José Ciscar, ayer, en las Cortes valencianas. :: MIKEL PONCE
ESPAÑA

Los líderes territoriales del PP toman medidas ante la inacción de Rajoy

Fabra responde al revés electoral con un cambio de su Gobierno y Núñez Feijóo alerta de que los casos de corrupción han sido «funestos»

ANTONIO MONTILLA
MADRID.Actualizado:

Ante la decisión de la dirección nacional del PP de no hacer ni la menor autocrítica tras perder 2,5 millones de votos en las elecciones europeas del pasado domingo, los barones regionales han decidido tomar la iniciativa. Los presidentes de Galicia, Comunidad Valenciana y Castilla y León reclaman en público un cambio de rumbo que, sin embargo, no plantearon en la reunión del comité ejecutivo nacional que presidió Mariano Rajoy el pasado lunes.

Alberto Fabra anunció ayer la sustitución del vicepresidente José Císcar en la portavocía del Gobierno valenciano por la consejera María José Català. Una medida que se ajusta a las directrices marcadas por María Dolores de Cospedal, quien achacó parte de la pérdida de apoyo del PP a un problema de «comunicación» tanto del partido como del Gobierno.

En el relevo de Císcar ha pesado, y mucho, las conversaciones que Fabra ha mantenido con la número dos del PP tras el revés en las urnas. El presidente de los populares valenciano reconoció la preocupación que se ha instalado en la dirección del partido ante los malos resultados en la Comunidad Valenciana, uno de los feudos que más satisfacciones electorales ha dado al PP en los últimos años.

Fabra aseveró desconocer si los valencianos que le han retirado el apoyo a su partido optaron por la abstención o por otras fuerzas. «No sabemos dónde ha ido a parar el voto del PP», confesó en contraste con Cospedal, quien dijo no tener dudas de que los desencantados del PP optaron por quedarse en sus casas, pero no trasvasaron su voto a otra formación.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, uno de los referentes autonómicos del PP, sí cree necesaria la «autocrítica» tanto en el ámbito gallego como en el estatal, más allá de la necesidad de explicar «bien» algunas decisiones del Ejecutivo para evitar que continúe la sangría de votos.

Recuperar la ilusión

«No basta con recuperar los indicadores económicos; es fundamental, imprescindible, pero también hay que recuperar la ilusión de los ciudadanos por las instituciones y trasladarles que lo que hacemos es lo que harían ellos si estuviesen en nuestro lugar. No es sólo centrarnos en solucionar las cifras de la gente, sino también solventar y conectar con sus problemas», apostilló Feijóo.

Los populares de Castilla y León fueron más allá, pese a que es una de las comunidades donde el PP ha perdido menos votos en comparación con 2009. «Debemos modificar las estructuras de los partidos, hacerlos más cercanos, abiertos, directos y transparentes y escuchar mirando a los ojos a la sociedad, a sus problemas», indicó José Antonio de Santiago Juárez, portavoz de la Junta de Castilla y León.

Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca y número dos del PP en esta comunidad autónoma, puso letra a la música que tararean muchos cargos medios de la formación conservadora. Calificó el resultado de las europeas de «victoria insuficiente» y de «castigo» por la alta abstención. Por todo ello, arengó a los suyos a trabajar para «enmendar errores».

Más allá de la repercusión que han tenido los dos años y medio de ajustes presupuestarios y reformas estructurales del Ejecutivo de Rajoy, el partido escruta qué influencia han tenido los sumarios penales por casos de corrupción que afectan al PP en la resta de sufragios. Jesús Posada, presidente del Congreso, no se quiso mojar en esta controversia, aunque enfatizó que estos casos que afectan a dirigentes populares son «funestos» porque no sólo afectan «muy gravemente» a las formaciones que los sufren, sino también a todas las demás.