La corrupción salta entre ayuntamientos

Resulta llamativo, al menos en la provincia de Cádiz, que un caso de presunta corrupción salte de una localidad a otra y acabe por comprometer a los alcaldes de dos poblaciones vecinas. Pero cualquier sorpresa parece posible en un proceso que tiene a decenas de ediles y técnicos imputados, un número de acusados y testigos sorprendente. Es el llamado 'caso Uniformes' que ayer pudo cobrarse otra víctima política. Además de señalar como posibles implicados a la alcaldesa de Rota y a su predecesor, la jueza ha decidido imputar al regidor de Chipiona, que antes fue edil roteño. Los juegos de ajedrez de los partidos políticos con las listas electorales tienen también este efecto secundario. Pero lo más llamativo es que dos localidades gaditanas de tanta historia y población puedan estar gobernadas por personas que, presuntamente, beneficiaron a un exalcalde a la hora de comprar cientos de atuendos profesionales para las administraciones que gobernaban. Lo habrían hecho contra los intereses de la comunidad, incluso pagando un precio mayor al aprobado en sesión pública y en contra de los intereses de legítimos competidores que veían frustrado su negocio por un posible trato de favor que ahora se trata de demostrar. Más que el montante y los detalles escabrosos del caso, resulta ilustrativo, trascendente, el retrato que podría hacer de los implicados caso de que sean demostrados culpables. Está por ver. Si así fuera, quedarían definidos como unos oportunistas capaces de intentar repartir, o sacar, tajada de las más cotidianas transacciones municipales, como es la compra de uniformes, de ropa de faena. Si hasta en ese apartado se dieron tales prácticas...