Las familias aportan 46 veces más que las grandes empresas a las arcas públicas
Oxfam Intermón reclama una reforma fiscal en España para detener una desigualdad social «cada vez más evidente»
Actualizado:Las familias aportaron un 91,52% de la recaudación fiscal del Estado, mientras las grandes empresas contribuyeron con un 1,98%, es decir, 46 veces menos en 2011 -el último año del que se tienen datos desagregados-. El informe 'Tanto tienes, ¿tanto pagas? Fiscalidad justa para una sociedad más equitativa' que presentó ayer Oxfam Intermón revela que la política fiscal española está basada en impuestos que favorecen a las fortunas y a las grandes empresas, una situación que ha llevado a una desigualdad extrema entre grupos sociales.
«Los países que han mantenido hasta hace muy poco un fuerte campo de exenciones y regímenes preferentes para las grandes empresas y grandes fortunas han conseguido una baja recaudación por la vía de impuestos indirectos, como es el caso de América Latina y España», señala el director general de Oxfam Intermón, José María Vera. Según el informe, solo veinte personas se reparten en España el 20% de la riqueza del país, un hecho que Vera calificó de «inaceptable» porque conlleva un aumento de «la brecha económica y social entre unos españoles y otros».
Así, el gran problema del país es que las grandes fortunas «pagan menos o casi no pagan impuestos», agrega la responsable del informe, Teresa Cavero. Y es que, según el estudio, ante el miedo de que las empresas se fueran a otros países, se potenciaron medidas que rebajaron los compromisos impositivos y de esta forma cayó la recaudación. Cavero recordó que el capital tributa menos que las rentas del trabajo porque se les permite pagar a través de las Sicav (sociedades de inversión de capital variable) solo el 1% de los beneficios que generan. «Bajo ese escudo se esconden siempre las grandes fortunas, además de en los paraísos fiscales», lamenta la responsable del estudio, quien también resalta la importancia de una política fiscal adecuada para que un país como España pueda recaudar más y así disponer de un sistema de protección social de calidad. Sin embargo, Cavero asegura que en estos momentos solo el IRPF es el impuesto que garantiza la sostenibilidad del sistema porque el IVA y los impuestos especiales son regresivos.
Por su parte, el director de la ONG criticó la «esquizofrenia» del Fondo Monetario Internacional (FMI), que por un lado «se opone a esta desigualdad social porque la considera un lastre para lograr el progreso de un país», pero por otro, «piensa que con una bajada de los salarios y una exención de impuestos a las grandes empresas pueden enfrentar este problema». Así, Vera calificó de «suicidio» esta política del FMI, y recordó además que están «seguros» de los resultados de su estudio porque está basado en «la experiencia de décadas de trabajo en países de Latinoamérica y África, que empiezan a parecerse a España».
España es de los países europeos que menos recauda de sus impuestos fiscales, ocho puntos por debajo de la media. Esto supone una pérdida de 80.000 millones de euros al año, según explicó el presidente de Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Carlos Cruzado. Además, la economía sumergida está entre 10 y 12 puntos por encima con respecto a la media europea, lo que conlleva una pérdida de «unos 40.000 millones de euros anuales». Cruzado lamentó que las políticas del Gobierno no estén más encaminadas a perseguir al fraude que protagonizan las grandes entidades y estén siempre detrás de los pequeños empresarios o de las familias. Según él, el fraude no está en ese «con IVA o sin IVA del fontanero», sino en la economía sumergida de las mayores fortunas del país.
Como posibles soluciones, la ONG da una lista de tres medidas que deberían aplicarse «si se quiere que España no vaya por el mismo camino que países de América Latina que tienen tan poco en cuenta a los más pobres», señala Cavero. En primer lugar, aumentar la capacidad recaudatoria del Estado a través de programas que garanticen que las familias de clase media y baja no tengan que hacer un esfuerzo aún mayor. Por otro lado, la equidad del sistema reformando el impuesto de sociedades para acercar el tipo de efectivo que pagan las empresas al tipo nominal. Y por último, la «tolerancia cero» con la evasión fiscal, ya que según la responsable del informe, el 72% de la evasión de impuestos corresponde a las grandes fortunas y empresas.