Una celebración de película

La pose de Cristiano Ronaldo sin camiseta y marcando músculos tras marcar al Atlético en la final de la Champions League ha dado la vuelta al mundo. Sucedió en el último minuto de la prórroga, tras marcar un penalti, cometido por Gabi sobre él mismo, que certificaba la victoria (4-1) para que el Real Madrid se alzase con la deseada 'décima'. A los jugadores atléticos les pareció innecesario, a los aficionados rojiblancos indignante y al mundo deportivo en general un gesto excesivo. La final se había decidido minutos antes, gracias a la aparición de otros compañeros suyos más entonados en la cita de Lisboa. Aunque otros muchos, como Andrés Iniesta en el Mundial, habían festejado un gol sin camiseta, la situación no parecía similar, por mucho que la final se disputase en suelo portugués.

Después de meses de esfuerzo para que se olvidasen algunos comentarios que le condenaron como ególatra («Me silban porque soy guapo, rico y gran jugador») muchos se aferraron a que, tras un mal momento, salió a relucir la verdadera personalidad de Cristiano. No era esa la explicación a su pose culturista que ha generado miles de montajes en internet sino la grabación de una película sobre su carrera: 'Ronaldo, The Movie'. El '7' del Real Madrid buscó la cámara que le estaba siguiendo durante la final para que pudiera grabarle con buen ángulo hasta el último de sus músculos. Seguro que los planos fueron espectaculares. Puro marketing. Una situación ajena a la pasión deportiva, sólo relacionada con los intereses comerciales de un icono publicitario. El impacto de su acción ha sido tremendo. De hecho, los conocidos coloquialmente como 'memes' han sido realmente variados, como sucediera con una celebración de Balotelli en la última Eurocopa. Hemos visto a Cristiano cantando una jota, como Jack en 'Titanic', luchando contra Ivan Drago en 'Rocky', de luchador de 'wrestling', de doctor Manhattan en 'Watchmen'... Todo tipo de situaciones para una celebración que no ha dejado indiferente a nadie.

Con el Atlético ha tenido varios encontronazos a lo largo de los años. Hace tres campañas, cuando dejó un balón a un compañero durante un derbi con la espalda, lo que provocó el reproche en el mismo césped por parte de Raúl García; hace dos temporada cuando celebró uno de sus goles de falta en el Calderón señalándose su muslo frente a la hinchada rojiblanca y hace poco más de 12 meses al perder los nervios con una patada al capitán Gabi a la altura de la cara. Al inicio de este 2014 no se quiso interesar por Javier Manquillo cuando el canterano, tras un choque con el portugués, cayó de modo acrobático y fortuito sobre su propio cuello y alegó que no había cometido falta alguna.