Vistas nocturnas de la Central Nuclear de Santa María de Garoña. /Archivo

Nuclenor presenta la solicitud para reabrir Garoña

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Nuclenor -sociedad participada al 50% por Endesa e Iberdrola- ha presentado este mediodía ante el Ministerio de Industria, Energía y Turismo la solicitud para reabrir la central nuclear de Garoña, como ya había anticipado hace nueve días la eléctrica presidida por Borja Prado. Según informa Nuclenor en un comunicado, la solicitud se realiza para un periodo que finalizaría el 2 de marzo de 2031, “por ser esta la fecha en la que se cumplirían los 60 años de explotación comercial de la instalación”.

La solicitud presentada por Nuclenor va acompañada de diversa documentación que, según la sociedad, “demuestra que se dispone de un adecuado control del comportamiento de las estructuras y equipos de la central y permite asegurar su capacidad para realizar las funciones de seguridad a largo plazo”. También se incluye el programa de inversiones y modificaciones de diseño asociadas a las pruebas de resistencia y las Instrucciones Técnicas Complementarias del Consejo de Seguridad Nuclear.

“Nuclenor –explica en el comunicado- se compromete a desarrollar -antes de cargar combustible en el reactor de la central- las modificaciones de diseño que fueron requeridas con anterioridad por el CSN en su informe al MINETUR, relativas a: modificaciones sobre el aislamiento de contención, la independencia de sistemas eléctricos, protección contra incendios y nuevo sistema de tratamiento de gases de reserva (SBGT)”.

La sociedad participada por Endesa e Iberdrola tenía hasta el 6 de julio para pedir la renovación de la licencia de actividad de la central. A partir de ahí, es el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el que debe evaluar el estado de las instalaciones y establecer las condiciones de su reapertura. En un principio, los propietarios de la central atómica burgalesa habían renunciado a prolongar su actividad porque los nuevos impuestos introducidos en la reforma eléctrica no garantizaban la rentabilidad del negocio.

Pero el Gobierno ha despejado en los últimos meses el camino para la reapertura de Garoña al introducir cambios legislativos que le eximen de pagar de forma retroactiva el impuesto que grava el combustible nuclear gastado. Además, el pasado mes de febrero el Ejecutivo aprobó un reglamento que introduce la posibilidad de que, tras la declaración de cese de actividad de una instalación nuclear, el titular pueda volver a pedir la autorización de explotación. Salvo que "existan razones de seguridad que lo impidan, y siempre que no haya transcurrido más de un año desde la declaración de cese.