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Un helicóptero del Ejército ucraniano sobrevuela el aeropuerto de Donetsk. :: YANNIS BEHRAKIS / REUTERS
MUNDO

Poroshenko lleva la guerra a Donetsk

El nuevo presidente estrena el cargo con una dura ofensiva contra los separatistas para recuperar el aeropuerto de la ciudad

MIKEL AYESTARAN ENVIADO ESPECIAL
DONETSK.Actualizado:

La guerra que sufre la autoproclamada República Popular de Donetsk llamó por primera vez a las puertas de la capital. Después de semanas viendo los combates en Slaviansk, Kramatorsk o Mariupol los vecinos de esta ciudad de un millón de habitantes miraron al cielo para ver pasar cazas y helicópteros de combate. Durante horas las explosiones enmudecieron una ciudad que despertó con la noticia de que el aeropuerto estaba ocupado por milicias prorrusas, una noticia que eclipsó las primeras horas en el cargo del nuevo presidente Piotr Poroshenko. Los mensajes del magnate del chocolate y exministro de Economía de Víctor Yanukóvich fueron órdenes para sus fuerzas armadas que tras dar un ultimátum a los milicianos a la una de la tarde lanzaron una operación a gran escala para recuperar el control del aeropuerto internacional. Fue la tarjeta de presentación de Poroshenko ante los que impidieron que se pudiera votar en las presidenciales del domingo. El nuevo presidente repite que su prioridad es poner a Ucrania mirando a Europa, pero antes debe arreglar sus problemas domésticos.

Durante la mañana, los llamamientos al diálogo y a la guerra se cruzaron desde Kiev y Donetsk. Llamamientos vagos y cargados de confusión. El portavoz insurgente, Denis Pushilin, declaró el «estado de guerra» y a las pocas horas mostró su disposición a «un diálogo con las nuevas autoridades, pero con la mediación de Moscú». El magnate del chocolate también habló de diálogo, «pero nunca con bandidos, primeros deben dejar las armas», y advirtió que «la operación antiterrorista no puede durar dos o tres meses, debe ser cuestión de horas». Dicho y hecho.

Las imágenes de los enmascarados desplegando morteros en el tejado de la terminal de pasajeros del Sergei Prokofiev comenzaron a invadir la red y los cazas no tardaron en actuar. En cuestión de minutos el coqueto aeródromo reformado totalmente para la Eurocopa del 2012 fue escenario de duros y largos combates. Dos Sujoi SU25 y un MIG29 de las Fuerzas Aéreas, según la información ofrecida por el ministerio de Defensa, abrieron fuego con repetidas pasadas sobre la zona y recibieron el apoyo de tres helicópteros MI24. El Ejército informó también del despliegue de paracaidistas, pero el tipo de aviones empleados no son de transporte de tropas. Desde la terminal los insurgentes respondieron con lanzacohetes, morteros y ametralladoras pesadas.

El fuego aéreo obligó a los insurgentes a replegarse y varios grupos buscaron refugio en los barrios vecinos, donde también se encuentra la estación de ferrocarril, dentro del distrito Kyivs'kyi. La noticia del cierre del aeropuerto llevó a muchas personas a cambiar sus planes e intentar abandonar la ciudad en ferrocarril, los trenes a Kiev estás completos para los próximos días. Los combates obligaron a evacuar una estación repleta de viajeros durante varias horas, pero el tráfico ferroviario se mantuvo a lo largo de la jornada, aunque acumulando importantes retrasos. En la zona de la estación hubo «al menos dos civiles muertos», según la información de los milicianos.

«Lo esperaba, había muchos rumores de que la llegada de Poroshenko aceleraría las cosas, pero no imaginaba algo de esta magnitud. El usar cazas en una ciudad causa terror entre los ciudadanos que ahora están en medio del terror causado por el Ejército y por los milicianos prorrusos, por favor que paren y negocien de una vez», pedía Aleksei Granovski, alto cargo del Partido de las Regiones, antigua formación del expresidente Yanukóvich, consultado por teléfono a media tarde. El centro de la ciudad estaba desierto, la gente se metió en casa a esperar el final de los combates.