Detenido en EE UU por secuestrar a una joven durante 10 años

La historia podía haber conmocionado al mundo como un caso más de una adolescente secuestrada a los 15 años que, una década después, logra liberarse de su captor y denunciarlo ante la policía. Sólo que esta vez no hay casa de los horrores, como ocurriese en Cleveland (Ohio).

La joven de origen mexicano estaba casada con el presunto secuestrador, Isidro García, de 42 años de edad, que le llevaba flores, le hacía fiestas de cumpleaños sorpresa a las que invitaba a todos los vecinos y «la trataba como una reina», dijo uno de ellos, María Sánchez, a The New York Times.

La presunta víctima conducía su propio coche y navegaba libremente por internet. Fue en Facebook donde encontró a su hermana, que la convenció para denunciar a su marido. En marzo de 2004 la adolescente viajó ilegalmente desde México para reunirse con su madre en la localidad californiana de 2004 Santa Ana, donde ésta vivía con García. Según contó a la policía, en junio empezó a abusar de ella sexualmente, aunque no es esa la percepción que tenía su madre.

La mujer confió a una amiga sospechas de que su compañero sentimental estaba «enamorando» a su hija y que ambos estaban haciendo planes para escapar juntos. Un día de agosto éste le dio una paliza, mientras la niña huía al parque, donde él fue después a buscarla. «Me duele la cabeza, me quiero ir a casa», contó la policía que le dijo. «No puedes, tu madre ha llamado a la policía y tú eres ilegal».

Le dio una pastilla para el dolor de cabeza que considera que era una droga, porque se despertó en un garaje, donde él la golpeó cuando intentó escapar. Le dijo que su madre no la quería y que él era lo único que tenía. Al día siguiente le dio papeles falsos y empezó su nueva vida como pareja, en varias ciudades del sur de California.

Hace dos años tuvieron un hijo juntos. Ella tuvo la típica celebración de embarazadas en la que las amigas le llevan regalos para el bebé. «Esto no casa, no me lo creo», dijo a Los Angeles Times su vecina de abajo, María Perez. Según ésta, la joven se movía con libertad, trabajaba en una lavandería e incluso llevó a su hija a Disneylandia «Tenía mucho tiempo libre», añadió otra vecina, señalando que Isidro García mantenía dos empleos y trabajaba mucho.

En todo caso, la comisaría estaba en la esquina. Nadie le vio nunca maltratarla ni oyó nada extraño, pero parece probable que le proporcionase papeles falsos y mantuviese relaciones con ella cuando era una menor. Motivos suficientes para justificar su detención, mientras se investiga lo demás.