La rentabilidad de asegurar la muerte
Actualizado:El año pasado hubo 231.280 fallecimientos cuyo sepelio corrió a cargo de un seguro de decesos. Para las aseguradoras se trata de su producto más rentable, según fuentes del sector: Uno de cada cuatro fallecidos (el 38%) llevaba pagando el seguro para su entierro más de 40 años; el 14,6% estuvo asegurado entre 31 y 40 años antes de fallecer; y el 22% había superado los 20 años de seguro. Sólo el 5,6% llevaba menos de diez años con la aseguradora y apenas el 1% de los fallecidos había contratado el seguro hacía menos de tres años, de acuerdo con los datos de la patronal del seguro, Unespa.
Este tipo de póliza, que es contratada por el 57% de los hogares, surgió en España a principios del siglo XX y se ha convertido en una tradición en muchos de ellos, donde los abuelos pagan el seguro a sus hijos e incluso a sus nietos.
Las autonomías donde más hogares cuentan con seguros de entierro son Extremadura (77,9%), Murcia (69,7%) y Andalucía (68,7%). Precisamente fue en Andalucía donde apareció el antecedente a este seguro, que empezó como una colecta entre vecinos para pagar el entierro cuando la familia no lo podía costear. De ahí viene la expresión «vamos a pagar los muertos», que es como en Andalucía se conoce el seguro para el entierro. Y es que, al contrario que otros tipos de seguros, el de decesos es más frecuente en los hogares con bajos ingresos. No todas las familias pueden afrontar el pago de entre 3.000 y 6.000 euros que cuesta un entierro o una incineración. Las primas de un seguro de decesos oscilan entre los 10 o 12 euros al mes para un matrimonio joven y los 18 o 20 euros mensuales si ya se está en la mediana edad. Con estas primas se cubren los gastos del entierro, no del nicho. Si no se posee nicho en propiedad o concesión se puede alquilar, normalmente por cinco años, y a su conclusión se renueva el alquiler o se exhuman los restos.
Dentro de Europa, el seguro de decesos sólo existe en España, lo que ha planteado problemas con la nueva normativa europea de Solvencia II con la que se pretende homogeneizar y unificar criterios para determinar la solvencia de las compañías aseguradoras. En los decesos somos únicos.
El diferente nivel de aseguramiento por comunidades autónomas también se da en otros tipos de seguros. Por ejemplo, en el seguro del hogar. País Vasco, con el 91% de los hogares asegurados; Cantabria y Navarra, con el 84%; La Rioja (82,2%) y Madrid (81,4%) son las regiones donde más se contratan este tipo de pólizas. En el sector recuerdan que en las tres primeras comunidades se produjo en agosto de 1983 una gota fría catastrófica que provocó elevadas pérdidas personales y materiales. Aunque han pasado ya treinta años, todavía se refleja en los porcentajes de aseguramiento la amarga experiencia de muchas familias que lo perdieron todo.
El seguro de automóvil no presenta grandes desviaciones por regiones ya que se trata de un seguro obligatorio (a terceros). Todo lo contrario que el de responsabilidad civil, principalmente vinculado a actividades profesionales como abogacía o medicina y a las licencias de caza. Murcia, Canarias y Exremadura lideran el ranking en estas pólizas.