Aumentan los diagnosticados de enfermedad celíaca
Actualizado:La celiaquía y otro trastornos relacionados con el gluten serán tratados en un simposio durante la celebración del LXXIII Congreso Anual de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), que tendrá lugar el próximo mes de junio en Valencia.
Los expertos de esta Sociedad consideran que la enfermedad celíaca es un trastorno mucho más común de lo que se suele pensar. De hecho, el número de personas afectadas está creciendo en los últimos años y se estima que la prevalencia alcanza al 1% de la población, aunque «existen muchos casos sin identificar porque los pacientes no manifiestan síntomas o presentan síntomas no digestivos que hacen que el diagnóstico se retrase durante años», explica el doctor Federico Argüelles, especialista en patología digestiva y experto de la SEPD.
Afortunadamente, gracias a un mayor conocimiento de la enfermedad y su sintomatología, en los últimos años está mejorando el diagnóstico, y los clínicos tienen en cuenta los síntomas no digestivos antes de descartar la enfermedad. De este modo, la edad media de los pacientes ha ido aumentando situándose en la actualidad por encima de los 40 años. De hecho, se considera que el 20% de los casos se diagnostica en adultos de más de 60, por lo que la celiaquía ha dejado de ser considerada una enfermedad infantil.
Otros trastornos relacionados con el gluten
Al mismo tiempo que ha aumentado el número de casos diagnosticados de pacientes con enfermedad celíaca, la mejora de la tecnología en las pruebas diagnósticas y un mayor conocimiento de los mecanismos desencadenados por el gluten, han permitido detectar otros trastornos relacionados con el consumo del gluten. «Son patologías que cursan mediante procesos diferentes a la enfermedad celíaca, pero que tienen en común que mejoran al eliminar de la dieta el gluten», explica el doctor Francesc Casellas Jordá, especialista en Aparato Digestivo y experto de la SEPD.
Entre estas patologías cabe destacar: la alergia al gluten, una sensibilidad al gluten que actúa mediante mecanismos propios de la alergia, por lo que, por ejemplo, puede detectarse mediante pruebas cutáneas; y la sensibilidad al gluten no celíaca, que provoca síntomas digestivos que pueden confundirse con la celiaquía, pero cuyas pruebas diagnósticas son negativas para esta enfermedad.
«Estamos empezando a reconocer la sensibilidad al gluten no celíaca. Sabemos que tiene una sintomatología muy parecida a la enfermedad celíaca, pero actúa mediante otros mecanismos relacionados con la inmunidad y que no tiene el componente hereditario. No es una enfermedad rara, sabemos que tiene una alta prevalencia, por lo que en los próximos años, deberemos trabajar para encontrar pruebas diagnósticas objetivas que nos permitan reconocer estas situaciones», concluye el doctor Casellas.