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Mas enfada a ERC al anticipar que no desobedecerá al Tribunal Constitucional
El presidente de la Generalitat avisó, no obstante, que si el Estado bloquea la consulta soberanista convocará elecciones plebiscitarias
Actualizado: GuardarCiU y Esquerra rompieron ayer el pacto tácito de no agresión que habían acordado para la campaña, con vistas a no afectar el proceso independentista, y dejaron entrever las tensiones que se encontrará el frente soberanista a medida que se acerque la fecha acordada para celebrar la consulta, el 9 de noviembre. El rifirrafe vino como consecuencia de unas declaraciones de Artur Mas, en las que reiteró su compromiso por una consulta que esté «dentro del marco legal».
El presidente de la Generalitat insinuó que no piensa celebrar un referéndum a las bravas, como le pide la Asamblea Nacional Catalana, y que si el Gobierno impugna al Constitucional la ley catalana de consultas y el posterior decreto de convocatoria de la votación, que quedarían suspendidos de manera cautelar, no va desobedecer y la única vía que le quedará será la del adelanto electoral, para convertir las autonómicas catalanas en plebicitarias.
El anuncio de Mas, intrepretado desde los sectores más soberanistas como un primer paso hacia la rectificación y como la resignación por su parte de que no habrá consulta, buscaba marcar un perfil soberanista propio para CiU, presentar a la federación nacionalista como el partido del orden, y situar a Esquerra como la formación radical. La estrategia de la federación nacionalista surtió efecto porque el candidato de ERC, Josep Maria Terricabras, salió raudo a responder a Mas. «¿Qué quiere decir que la consulta no se podrá hacer? Se hará», dijo. Esquerra y la ANC llevan tiempo presionando a Mas para que, llegado el caso, opte por el desacato a la suspensión del Constitucional y saque las urnas a la calle, bien a través de la propia ANC o como se hizo en las centenares de consultas que se celebraron en Cataluña al calor de la que organizó Arenys de Munt en 2009. Iniciativa también avisó al dirigente convergente de que no aceptará unas plebiscitarias.
Mas trató de tranquilizar los ánimos al asegurar que consensuará con todos los partidos que impulsan la consulta (CiU, ERC, ICV y CUP) la respuesta al posible veto del Gobierno y si se debe mantener la convocatoria, aun con la impugnación gubernamental. Pero dejó claro que su postura en esa cumbre será la de no desobedecer al Tribunal Constitucional y apostar por el adelanto electoral. En principio, Mas y CiU tendrán a todos los socios en contra. Y habría que tener en cuenta además que una derrota de la federación nacionalista frente a ERC en las europeas podría dejar al presidente de la Generalitat en una posición de franca debilidad respecto a sus aliados.
Adelanto electoral
El jefe del Gobierno catalán, en cualquier caso, insistió en la Cadena Ser en que el anticipo de los comicios es el último recurso y advirtió al Gobierno central de que es la peor opción para las dos partes. Por ello, instó a Mariano Rajoy, con el que lleva «meses» sin hablar, dijo, a «no obstruir» la ley de consultas. «La única condición para resolver el conflicto entre el Estado y Cataluña es que el pueblo catalán sea consultado», dijo.
«Ojalá se den cuenta de que es mucho mejor hacer la consulta con la ley catalana que no llegar a un escenario de conflicto mayor que son unos comicios de este tipo», remató. Mas lleva meses planteando una consulta 'light', no vinculante jurídicamente, trata de desligar los conceptos de derecho a decidir e independencia y afirma que votar sobre la secesión no quiere decir proclamarla a las 24 horas.
Sin embargo, Alicia Sánchez Camacho (PP) le respondió que el Gobierno «no permitirá» una ley catalana de consultas que se use para un referéndum soberanista y la Fiscalía de Cataluña emitió un escrito en el que señaló que Cataluña carece de competencias para convocarlo, ni siquiera amparándose en el artículo del Estatut que la faculta para organizar consultas populares.