Kidman, apenada por las críticas de la familia Grimaldi
CANNES.Actualizado:Nicole Kidman se convirtió ayer en la estrella de la inauguración del festival de Cannes con un filme sobre la princesa Grace que ha provocado la cólera de la familia de Mónaco pero que según la actriz australiana está lleno «de afecto y amor». 'Grace de Monaco', del francés Olivier Dahan -que se presenta fuera de concurso- llegó a Cannes precedida por una controversia a causa de la reacción de los príncipes de Mónaco y por desacuerdos con el poderoso distribuidor estadounidense, Harvey Weinstein. La familia real vio el trailer del largometraje -centrado en seis meses en la vida de la exestrella de Hollywood Grace Kelly que abandonó el cine para convertirse en esposa de Raniero III- y lo calificó de «farsa». En Cannes, fe recibida con algunos pitos.
En una multitudinaria rueda de prensa, Kidman expresó su tristeza por la polémica desatada por el filme, subrayando que ha sido hecha «con mucho afecto» y que su actuación «fue con amor». «Me siento triste porque el filme no tiene ninguna maldad hacia la familia o hacia Grace», resaltó la actriz australiana. «Pero si vieran la película, verían que hay mucho afecto hacia sus padres, y hacia la historia de amor entre ellos dos», dijo Kidman. «Y mi actuación fue con amor», añadió, subrayando que para ella fue «un desafío» interpretar a la princesa de Mónaco, encarnar a «una mujer que tenía una gran pasión por la vida y que mantuvo una gran dignidad siempre».
«Grace fue una estrella que ganó un Oscar muy joven y que abandonó todo por amor. Y yo la entiendo», anotó Kidman, que subió a la alfombra roja anoche con el equipo de la película, entre ellos la española Paz Vega, que interpreta a María Callas, que visitaba Mónaco con el magnate griego Onassis, y el británico Tim Roth, que da vida a Raniero.