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Yulia Tymoshenko participa en las conversaciones . / Afp

Arranca el diálogo nacional en Ucrania con los separatistas del este fuera de la mesa

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Políticos y grupos de la sociedad civil de Ucrania se han reunido este miércoles para discutir cómo acabar con la rebelión prorrusa en el este del país, pero la negativa de Kiev a permitir la presencia de los separatistas ha hecho planear dudas sobre si el encuentro podrá ayudar a resolver la crisis.

Las conversaciones se han producido en un tenso momento para Kiev. El martes, siete soldados murieron en una emboscada cerca de la ciudad de Kramatorsk, en el este, en el ataque más mortífero contra las fuerzas de seguridad desde que comenzó la operación antiterrorista en esta parte del país el mes pasado.

Además, este domingo, los ciudadanos de las regiones de Donetsk y Lugansk se pronunciaron en sendos referendos a favor de la autodeterminación. Tras conocerse el resultado, los líderes prorrusos pidieron que ambas regiones pasen a formar parte de Rusia, aunque por ahora Moscú no se ha pronunciado al respecto.

Las conversaciones de este miércoles han reunido a ministros, líderes de partidos políticos, candidatos para las elecciones presidenciales del 25 de mayo, representantes del mundo de los negocios y responsables de los gobiernos locales.

Se espera que los participantes exploren métodos para transferir poderes que permitan una mayor autonomía local, algo con lo que Kiev espera abordar la desafección en el este del país. Sin embargo, el Gobierno ha excluido a los separatistas, a los que tilda de "terroristas", lo que le ha granjeado críticas desde fuera de Ucrania. Moscú ha dicho que debería haber conversaciones directas entre los separatistas y Kiev.

Dispuestos al diálogo

"Estamos dispuestos a conversar con todo el mundo que tenga objetivos políticos legítimos y que esté dispuesto a perseguirlos por medios legales, con aquellos que no tienen sangre en sus manos", han indicado en una declaración conjunta el presidente interino, Oleksander Turchinov, y el primer ministro, Arseni Yatseniuk.

En su declaración al inicio del encuentro, según informa Interfax Ucrania, Turchinov ha insistido en que Kiev está dispuesto a dialogar con las regiones pero no permitirá que "se aterrorice y se chantajee a Ucrania".

"Estamos dispuestos al diálogo, estamos dispuestos a escuchar a todo el mundo, pero no escucharemos a los que tienen que disparar, robar, ocupar edificios. Estamos abiertos al diálogo. Tanto el Parlamento como el Gobierno están dispuestos a un profundo cambio en el sistema de gobierno", ha insistido.

Reacción de los separatistas

En Slaviansk, Stella Khorosheva, portavoz de los separatistas, ha dicho que éstos no tiene una posición oficial respecto a las conversaciones. "Pero Kiev nos está llamando terroristas y extremistas, algo que constituyen acusaciones serias que podrían tener consecuencias legales importantes", ha declarado. "Estamos intentando liberar nuestro país y no somos terroristas", ha reivindicado.

No ha habido ninguna negociación pública entre los separatistas del este y el Gobierno desde que estalló la crisis a principios de abril y que es una continuación de la destitución del presidente Viktor Yanukovich por el Parlamento en febrero tras multitudinarias protestas en su contra.

"No hay ninguna razón para esperar ninguna decisión concreta" en este encuentro, ha opinado el analista independiente Volodimir Fesenko. "Si no hay personas autorizadas del este en estas conversaciones esta mesa redonda perderá cualquier sentido", ha añadido.

Postura de la oposición

El escenario también parece el idóneo para un choque entre el Gobierno interino, que asumió el poder tras la destitución de Yanukovich, y la oposición. Los políticos de la oposición, muchos de los cuales proceden del Partido de las Regiones del despuesto mandatario, consideran que las autoridades solo están incendiando la situación en el este al desplegar allí al Ejército.

En un comunicado previo a la reunión, la facción parlamentaria del Partido de las Regiones ha pedido el fin de la operación militar en el este y "el cese del derramamiento de sangre y del asesinato masivo de personas".

Las nuevas autoridades ucranianas esperan sacar adelante un plan de descentralización en virtud del cual se cedan mayores poderes a las regiones y que les permita quedarse con una parte de los impuestos para uso directo en la mejora de la infraestructura y las condiciones de los negocios locales.