Alfaguara celebra un cincuentenario agridulce
La editorial fundada por Cela conmemora su medio siglo de vida después de que la editorial fuera vendida a Penguin Random House
MADRID.Actualizado:Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías son el trío de ases de Alfaguara, el sello literario que celebró ayer «medio siglo de buena literatura» con una charla entre los tres grandes narradores en un abarrotado Teatro del Canal. Fue un cumpleaños agridulce, ya que el sello creado por Camilo José Cela hace medio siglo e integrado en el grupo Santillana desde 1980 fue absorbido en marzo por el gigante global Penguin Random House, que lo adquiría por un precio de ganga junto a otras editoriales literarias del grupo vinculado a Prisa.
«Es como tener a Dumas, Flaubert y Proust», dijo Pilar Reyes, actual editora del sello, al presentar a sus autores, recibidos con un estruendoso aplauso. Los tres repasaron sus orígenes lectores y su andadura hacia la pasión por los libros y la cima de la escritura. «Aprender a leer me cambió la vida», sostuvo Vargas Llosa, que dijo tener hoy «más vivo el recuerdo de las lecturas de Salgari y la aventuras de Guillermo Brown mejor» que sus lecturas adultas. «Leer es un gran placer y la aventura suprema de mi vida», resumió el Nobel.
«Empecé a escribir para leer más», aseguró Javier Marías, también furibundo lector de Guillermo Brown y los mosqueteros, «aventuras que empecé a emular escribiendo yo mismo más aventuras cuando leí todos los libros». «Yo nunca pretendí ser escritor antes de los treinta años», dijo Pérez-Reverte. «Gracias a mis lecturas pude entender el mundo violento al que me enfrentaba como reportero y ordenar el mundo caótico que cargaba en mi mochila». Aún hoy el narrador y académico se tiene por «un escritor accidental».
Javier Marías, que publicó su primera novela con 19 años, lleva cuatro décadas ligado a Alfaguara; tres lleva Mario Vargas Llosa y casi dos Arturo Pérez-Reverte, que se dio a conocer como escritor con 38. Sus títulos se han vendido por millones y han sido el soporte del sello en las últimas décadas. Los tres confesaron que, incluso en la cima de sus carreras, les acosa la inseguridad. «Es mi mayor obstáculo», reconoció Vargas Llosa.
Este 50 cumpleaños era el primer gran acto institucional de la firma editorial después de que Penguin Random House lo comprara por 72 millones de euros, junto a la sección editorial literaria del Grupo Prisa, una operación cantada pero que sorprendió por su bajo precio. Santillana vendió Ediciones Generales al gigante integrado en el grupo Bertelsmann y dejó al margen de la operación los sellos educativos, infantiles y juveniles de Santillana que Prisa pretende reforzar.
Alfaguara -vocablo árabe que significa 'la fuente que mana y corre'- es la joya literaria del grupo, y el mascarón de proa de los sellos comprados por el líder mundial de la edición.