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Desarticulada una banda que cometía atracos y secuestros exprés

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La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado, con la detención de 25 personas, una peligrosa banda que cometía asaltos a viviendas, secuestros exprés, sobre todo de empresarios, y tráfico ilícito de vehículos a los que se les imputa siete robos con violencia y 65 con fuerza cometidos en la Comunidad de Madrid. También se les atribuye nueve delitos de detención ilegal, otros tantos de lesiones, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal, informa la Policía Nacional.

A los arrestados se les ha intervenido un auténtico arsenal compuesto, entre otros elementos, por dos subfusiles de guerra, una escopeta de cañones recortados, siete pistolas, otra de descargas eléctricas y todo tipo de armas blancas.

Los agentes han practicado una veintena de registros, en las provincias de Madrid y Toledo, en los que además se han recuperado treinta y dos vehículos, joyas y dinero en efectivo procedentes de los robos y elementos electrónicos para sustraer automóviles.

'Modus operandi'

En la mayoría de sus actuaciones seleccionaban como víctimas a empresarios que pudiesen contar con importantes cantidades de dinero en sus viviendas. Los detenidos accedían a las casas con sus moradores dentro y empleaban gran violencia contra ellos dejándoles casi siempre maniatados y en varias ocasiones las víctimas requirieron ingreso hospitalario.

Las investigaciones se iniciaron a finales de abril de 2013 a raíz de un robo cometido por cuatro hombres encapuchados que entraron en un domicilio de Madrid cuando un matrimonio y su hija menor de edad se hallaban en su interior. Tras apuntarles con una pistola y maniatarles los asaltantes se marcharon del lugar con un botín de 17.000 euros en efectivo y objetos de valor. Tras conocer este hecho se iniciaron las pesquisas que permitieron identificar a uno de los presuntos autores, un hombre de 39 años, uno de los responsables de la banda.

Los agentes averiguaron que la organización cometió otro robo en junio del año pasado mediante el mismo procedimiento perpetrado por dos o tres hombres con los rostros cubiertos con pasamontañas y armas de fuego, con las que amenazaron a un empresario de Guadalajara en el garaje de su vivienda y al que sustrajeron cien mil euros en efectivo y tabaco valorado en más de 15.000. Los detenidos presionaron a la víctima manifestándole que su mujer y sus dos hijas se hallaban maniatadas en una de las habitaciones de la casa.

Los investigadores relacionaron además a esta banda con otro robo en una vivienda del distrito madrileño de Ciudad Lineal. Las víctimas de este suceso, de edad avanzada, manifestaron que los autores del asalto conocían perfectamente dónde se encontraban 11.000 euros que les sustrajeron y transmitieron sus sospechas sobre una expareja de su nieto como posible responsable de haber informado a los ladrones del escondite del dinero. Tras ser investigada esta persona resultó ser la actual pareja de un miembro de la organización responsable de los asaltos, además de estar implicada en los hechos.

Finalmente, se relacionó al grupo investigado con un cuarto asalto en Coslada (Madrid) el pasado mes de marzo, en el que lograron arrebatar más de 12.000 euros al dueño de cinco establecimiento de venta de comida.

Una vez recopilada suficiente información sobre la organización se puso en marcha un operativo para localizar a sus integrantes. Durante el dispositivo los policías detuvieron a veinticinco personas e intervinieron el arsenal de armas en una veintena de domicilios registrados.

La Guardia Civil llegó hasta esta organización gracias también a una investigación relacionada con el tráfico ilícito de vehículos desarrollada sobre un grupo que obtenía la documentación de coches siniestrados para posteriormente robar otros iguales utilizando una centralita electrónica, "maquillarlos" y sacarlos de España vía Marruecos. Estos mismos vehículos los utilizaban para perpetrar los secuestros exprés y los robos con violencia. Después de sustraer los coches los llevaban a tres naves situadas en las localidades madrileñas de Orusco, Getafe y Valdemoro. Uno de estos vehículos fue recuperado en el domicilio de uno de los cabecillas y además de las armas se intervinieron inhibidores de frecuencia de gran potencia y dispositivos muy sofisticados destinados a la creación y copia de llaves.