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Putin recibe al presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Didier Burkhalter, ayer en Moscú. :: S. K. / EFE
MUNDO

Putin pide aplazar el referéndum separatista

El mandatario ruso pide a cambio que Kiev «dialogue» con los rebeldes antes de la celebración de las presidenciales

RAFAEL M. MAÑUECO CORRESPONSAL
MOSCÚ.Actualizado:

La reunión que ayer mantuvieron en Moscú el máximo dirigente ruso, Vladímir Putin, y el presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el suizo Didier Burkhalter, terminó con un aparente acuerdo para intentar que se sienten a negociar las autoridades de Kiev con los «representantes del sureste de Ucrania», según las palabras que empleó el propio Putin.

Para facilitar ese diálogo, el presidente ruso pidió a los «partidarios de la federalización» que pospongan el referéndum secesionista que tienen convocado para el próximo domingo en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.

En cuanto a las presidenciales del próximo 25 de mayo, que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó la semana pasada de «absurdas», Putin dijo ayer en rueda de prensa: «quisiera subrayar que los comicios presidenciales convocados por Kiev son en sí un paso adelante, pero no resolverán nada si todos los ciudadanos de Ucrania no entienden cómo se garantizarán sus derechos después de la celebración de esas elecciones».

Precisamente por eso, prosiguió el jefe del Kremlin, «y en esto mi posición y la del presidente -de la OSCE- coinciden, consideramos que un diálogo directo entre las autoridades de Kiev y los representantes del sureste de Ucrania constituye un elemento clave para lograr un arreglo de la situación». Por tanto, añadió Putin, «pedimos a los representantes del sureste del país, a los partidarios de la federalización, aplazar el referéndum que tenían previsto llevar a cabo el 11 de mayo a fin de crear las condiciones necesarias para ese diálogo».

Lo que no explicó el jefe del Estado ruso es quienes son esos representantes del sureste de Ucrania con los que hay que hablar, ya que algunas de las autoridades locales legítimas de esa parte del país han sido derrocadas por las milicias separatistas bajo la presión directa de las armas. Slaviansk, por ejemplo, está completamente en manos de hombres armados y su alcalde, Viacheslav Ponomariov, lo nombraron ellos.

Otra condición que puso ayer Putin para aceptar unas elecciones presidenciales en Ucrania es que su Gobierno ponga fin a la operación militar lanzada contra los principales bastiones de la milicia prorrusa. «Rusia se dirige a las autoridades de Kiev con la exigencia de que cesen de inmediato todas las operaciones de castigo en el sureste del país», declaró junto a Burkhalter, quien también estima que para poder celebrar las presidenciales ucranianas hace falta un «alto el fuego».

Al mismo tiempo, Putin afirmó haber dado orden de retirada a las unidades del Ejército ruso emplazadas junto a la frontera ucraniana, un anuncio que fue recibido con fuertes subidas en los principales indicadores de la Bolsa de Moscú. «Nos dicen constantemente que el despliegue de nuestras tropas en la frontera con Ucrania preocupaba. Las hemos retirado. Actualmente ya no están en la frontera con Ucrania, sino donde llevan a cabo sus ejercicios habituales, en los campos de entrenamiento», aseguró el presidente ruso. La OTAN, que ayer aseguró no haber detectado estos cambios en la frontera, como también denunció el Pentágono, calcula el dispositivo militar ruso en las proximidades de Ucrania en unos 40.000 efectivos.

Román Liaguin, presidente de la comisión electoral del referéndum convocado en la autoproclamada república de Donetsk para el domingo, afirmó ayer que la decisión de posponer la consulta deberá ser adoptada hoy por la cúpula separatista de la región rebelde. Estos dijeron sentir el «máximo respeto» hacia Putin.

El ministro de Exteriores ucraniano, Andréi Deshitsa, que se reunió el martes en Viena con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, dijo entonces que el Parlamento y el Gobierno de Ucrania «representan a todas las regiones del país» y, por tanto, en Kiev no ven necesario que haya que sentarse a negociar con «enmascarados» que han tomado edificios oficiales en una docena de localidades de las regiones de Donetsk y Lugansk.

Poroshenko, el favorito

Kiev cuenta con el total apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea para celebrar el 25 de mayo unos comicios de los que salga un presidente legítimo. El mejor situado según las encuestas es el magnate Piotr Poroshenko, que ayer se encontraba de visita en Alemania. Sin embargo, el jefe de la Diplomacia británica, William Hague, advirtió el martes en Viena que Rusia «quiere impedir y perturbar» las elecciones.

A juicio del comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general, Philip Breedlove, lo más probable es que Putin «continúe desacreditando a las autoridades de Kiev, provocando el caos e intentando preparar el terreno para que cuaje el movimiento separatista» en el este del país. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ha calificado de «palabrería» la propuesta que hizo ayer Putin.