«Gloria para los defensores de Slaviansk»
Los vecinos del bastión insurgente del este de Ucrania lloran a sus mártires tras una semana de cerco
SLAVIANSK . Actualizado: GuardarLuto en Slaviansk. Los vecinos acuden con flores en la mano a la iglesia del Espíritu Santo a despedir a los tres últimos vecinos caídos tras el inicio hace una semana de la ofensiva del Ejército de Ucrania, que Kiev denomina «operación antiterrorista». Los cuerpos descansan en los ataúdes abiertos.
Dos civiles y un miliciano reciben el último adiós en presencia de los nuevos dirigentes de la República Popular de Donetsk (RPD). El autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, preside el funeral, llega rodeado por una escolta de cuatro hombres armados y, sin soltar el teléfono móvil en ningún momento, eleva la voz para anunciar que los nombres de los caídos «quedan para siempre en nuestros corazones. ¡Gloria para los defensores de Slaviansk!» A lo que los reunidos responden con gritos de «¡Gloria a los héroes del Donbás»
El bastión insurgente cumple una semana cercado por el Ejército y recibió con escepticismo la petición del presidente de Rusia, Vladímir Putin, de retrasar el referéndum de autodeterminación previsto para el domingo. «Lo discutiremos mañana (por hoy) en asamblea popular», declaró el líder de la RPD, Denis Pushilin, a la agencia Reuters.
En la discusión pesarán las víctimas de la defensa de Slaviansk y del edificio de los sindicatos de Odessa atacado por nacionalistas ucranianos. Dos gotas que han colmado el vaso de la paciencia de los vecinos que hablan abiertamente de guerra civil.
Ludmila, de 78 años, piensa que «esto es aún peor que la II Guerra Mundial. Entonces nos atacaron los alemanes, hoy son los propios ucranianos los que vienen a matarnos. Ucranianos contra ucranianos». Pese a las noticias sobre apertura de corredores humanitarios para la salida de civiles, en Slaviansk permanece la mayor parte de la población y se notan los efectos del cerco. No hay casi leche ni derivados lácteos y el pan se agota en pocas horas en las tiendas de la ciudad.