«Le deseo buena suerte», dice Trierweiler
PARÍS.Actualizado:Ironías de la vida. La única felicitación de François Hollande por su segundo aniversario elíseo le vino de su expareja, Valérie Trierweiler. La efímera primera dama puso una china en el zapato presidencial al dar a primera hora de la mañana desde Haití, donde se encuentra en viaje humanitario, una entrevista a otra radio de la competencia. «Le deseo buena suerte», le lanzó pese a robarle protagonismo y torpedear su estrategia mediática.
Hace dos años, el 6 de mayo de 2012, Trierweiler bailó en brazos de Hollande a los sones de 'La vida en rosa' en la plaza de Tulle. Su mejor recuerdo de aquella jornada triunfal fue «aquella muchedumbre y ese momento con el acordeón». El pasado enero su vida pasó del rosa al amarillo de la prensa sensacionalista a causa del idilio del presidente con la actriz Julie Gayet.
«El poder cambia y cambia también la relación con los demás», reflexionó tras admitir que Hollande «se endureció, forzosamente, necesariamente». «Estoy bien, pero se han escrito muchas cosas, muchas de ellas falsas... Cuando tu vida privada ha sido desvelada hasta ese punto, ha sido deformada e incluso ensuciada, ya no tienes ganas de hablar. Hoy, mi vida privada me pertenece», expuso. ¿Le sigue apoyando políticamente?, interrogó el periodista. «Sabe, ahora soy periodista por entero y por tanto no doy mis opiniones políticas. Pero, por supuesto, deseo que tenga éxito y, si lo tiene, Francia lo tendrá. ¿A quién no le apetece eso?», respondió.
La redactora de 'Paris Match' precisó que «de momento» no proyecta escribir sobre su experiencia de primera dama y calificó de «novela» el libro recién publicado en el que se especula sobre una reconciliación.