Rajoy desconoce si el PP tuvo una contabilidad B
El presidente del Gobierno insiste en que envió los SMS a Bárcenas porque ni él ni nadie en el partido sabían las cosas que saben ahora
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy mantiene intactas tanto su versión sobre la inexistencia de una contabilidad B en el PP como el porqué de los mensajes telefónicos que envió a Luis Bárcenas en marzo de 2013, cuando ya se conocía que el extesorero nacional del PP poseía más de 30 millones de euros en cuentas en Suiza. «Tengo la certeza de que todos los documentos que hemos mandado al Tribunal de Cuentas son la contabilidad del partido, si hay algunas otras cosas, yo desde luego las desconozco».
Así respondió el presidente del Gobierno, durante la entrevista que concedió ayer a la Cadena Ser, a la pregunta de si tenía la certeza de que el PP no se financió de manera irregular. Rajoy, en cualquier caso, se mostró rotundo a la hora de asegurar que comprendía el malestar que podía generar en los ciudadanos que el Gobierno le pida cumplir con Hacienda y, sin embargo, el partido que sustenta al Gobierno hubiera supuestamente pagado unos 800.000 euros en dinero negro a la constructora que remodeló la sede nacional de la madrileña calle Génova, como sostiene el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz.
«Lo entiendo absolutamente», remachó el jefe del Ejecutivo cuando su entrevistadora insistió en la irritación que puede sentir los españoles cuando leen estas informaciones, mientras que el Ministerio de Hacienda les obligue a pedir factura con IVA de todo los servicios que contraten. En relación con la instrucción de esta causa, insistió en que acatará lo que diga el juez, aunque «mejor me habría pasado que no hubiera ocurrido este asunto». Rajoy desveló que pidió en su momento explicaciones a los responsables del partido sobre este supuesto pago de 800.000 euros en negro, pero que nadie se las pudo dar. «Esas cosas no estaban en la contabilidad del partido, son unos papeles que los demás desconocíamos», apostilló.
A Rajoy le plantearon si se imaginaba a la canciller alemana, Angela Merkel, enviando un SMS a su amigo Uli Hoeness, presidente del Bayern de Munich condenado por fraude fiscal, en el que le animara a ser fuerte, en alusión al que él envió al extesorero. «Esta persona (Bárcenas) estuvo trabajando 25 o 30 años en el partido y nadie sabíamos esto que hemos conocido después, por lo tanto, tenía una relación normal, desgraciadamente las cosas fueron así», expuso.