IU y UPyD denuncian que la pelea PSOE y PP es una «farsa» porque gobiernan juntos la UE
Meyer recuerda que los dos grandes partidos votaron igual el 73% de las veces y Sosa Wagner no duda de que volverán a repartirse los altos cargos
Actualizado: GuardarIzquierda Unida y Unión Progreso y Democracia, los dos partidos con mayores previsiones de crecimiento en los próximos comicios europeos, coincidieron ayer en alertar a los ciudadanos para que no se dejen engañar por la supuesta dureza del pulso dialéctico entre PSOE y PP con el que Elena Valenciano y Miguel Arias Cañete incendian sus mítines y entrevistas porque es «mera impostura».
Aseguran que aunque los candidatos de las dos grandes formaciones simulen desde el inicio de la precampaña encarnar los dos modelos ideológicos contrapuestos para construir la Unión Europea, la izquierda contra la derecha, todo es una «farsa», «pura escenificación» destinada a engañar a los electores, salvar en lo posible los muebles del bipartidismo en España, y minimizar el importante castigo politico que esperan en las urnas el próximo 25 de mayo por defraudar durante la crisis la expectativas ciudadanas. Los cabeza de lista de IU y UPyD, Willy Meyer y Francisco Sosa Wagner, ambos eurodiputados en la última legislatura, indicaron que su experiencia del día a día de la realidad comunitaria es bien distinta y demuestra que socialistas y populares son lo mismo en los centros de poder de Bruselas y Estrasburgo. Que sus diferencias de proyecto político en realidad solo se visualizan en las campañas electorales.
Hacen en Europa, dicen, la misma política, la de duros ajustes presupuestarios y recortes de derechos sociales recomendada por la 'troika' -Comisión, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional-y liderada por la ultraliberal presidenta alemana Angela Merkel, porque en realidad, añaden, es la suya, la del bipartidismo, ya que coinciden en que los dos grandes partidos gobiernan juntos todas las instituciones comunitarias a modo de «gran coalición».
Meyer, de hecho, presentó ayer un informe -'El bipartidismo en la UE: dos caras de la misma moneda'- en el que desvela entre otros muchos datos que populares y socialistas han coincidido en los últimos cinco años en el 73,64% de la votaciones sobre las grandes decisiones adoptadas en el Parlamento Europeo. Desde luego, según desgrana en el informe, en todas las que han marcado la política del «austericidio» que «asfixia» a los ciudadanos, los altos índices de destrucción de empleo, los copagos en sanidad, dependencia y educación, la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, y el desmontaje paulatino del estado de bienestar en los países del sur de Europa, como España.
Voto inútil
El candidato de IU se comprometió a dedicar la parte central de su campaña a desenmascarar a PSOE y PP, a demostrar que los enfrentamientos entre sus candidatos no son más que puro teatro, y a defender que ambos son culpables por igual -«junto a la derecha nacionalista»- y «coautores» de las «políticas antisociales que están llevando a la UE a un callejón sin salida».
Su mensaje será que si alguien quiere acabar con el proyecto «neoliberal» que impulsa el bipartidismo, que gobiernan juntos en el Consejo, la Comisión y el Parlamento europeos, no tiene más alternativa que olvidarse de los «falsos» llamamientos al voto útil de los dos grandes partidos tradicionales, que está seguro de que volverán a hermanarse y a repartirse el poder tras el 25 de mayo, y apoyar a Izquierda Unida y a sus socios europeos.
El mensaje central de Sosa Wagner es casi idéntico. No tiene duda alguna de que populares y socialistas, si vuelven a convertirse en las urnas en los partidos hegemónicos de la UE, repetirán los cargos en todas las instituciones comunitarias y encarnarán lo que el partido magenta denomina «una democracia degradada», que fija los destinos de Europa desde las cúpulas estatales y del poder econonómico al margen del Parlamento Europeo, la única institución elegida por voto directo. «Esos que ahora están tan enfrentados aquí, se repartirán (el 26 de mayo) todos los cargos. Es así como funciona y la ciudadanía debe saberlo», resumió.
Su propuesta, como ocurre con Izquierda Unida, es todo lo contrario a la tesis del voto útil a los grandes partidos que venden a diario los candidatos de PSOE y PP. Pese a sus múltiples diferencias ideológicas y programáticas, Meyer y Sosa defienden que quienes estén cansados y desilusionados con una Unión Europea que les condiciona la vida, pero a la que no controlan, no pueden volver a votar a los culpables de ese modelo y esas políticas, los partidos mayoritarios, y deben hacerlo a otras siglas. Ambos tienen como máxima aspiración fracturar el mapa bipartidista de la transición.