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PAN Y CIRCO

EL RIVAL DE MÁRQUEZ

DANIEL GUTIÉRREZ
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Marc Márquez tiene 21 años, la ambición y el talento necesarios para dominar 'con facilidad' el Mundial de MotoGP durante un lustro si las lesiones se lo permiten. Con la facilidad que ha adquirido desde pequeño para trazar las curvas por la zona más adecuada; para no pensar en el máximo riesgo que corre cuando un cuerpo de sus dimensiones vuela por la pista sorteando rivales y buscando un único objetivo: cruzar la meta en primera posición; para fijarse en las banderas de España que ondean los aficionados a su paso en lugar de preocuparse porque un adversario puede adelantarle.

Porque en estos momentos Márquez no tiene rivales. Y él lo sabe, por mucha pose que deba mantener por respeto y cautela. Es el mejor pilotando la mejor moto. Desprende ilusión, conecta con el público y mantiene ese puntito de locura clave para arriesgar cuando es necesario sin sentir la necesidad de bajarse de la moto como Stoner, al que el nacimiento de su hija le cambió su perspectiva vital.

El gran rival de Márquez ahora es la desidia, ese aburrimiento que confesó sentir en muchos momentos de la carrera en Jerez y que se transmite al seguidor, al que le gusta el cuerpo a cuerpo y la emoción en el Mundial, más allá de sus preferencias de cara al título. Porque no hay gloria sin épica y en MotoGP este curso lo único épico puede ser el número de éxitos que acumule 'el nuevo Rossi'.

Solo se me ocurren dos soluciones a corto-medio plazo para solucionar este entuerto deportivo: que Lorenzo o Rossi firmen por Repsol Honda o que Yamaha mejore ostensiblemente algunos aspectos de su moto. Y no sé cuál de las dos cosas requiere de mayor desembolso.

La otra duda respecto a Márquez se ha disipado. No le acompaña el carácter seco y distante de un Pedrosa que se granjeó enemigos por su acusada timidez. Natural y cercano, lo mismo protagoniza un programa televisivo en el que se juega el físico y pone al descubierto su personalidad sin moldes ni estereotipos de superhombre que coge la cámara para hacerse un 'selfie 'con sus admiradores. ¡Y esas fotos sí que son épicas!