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Un sonriente Schroeder recibió a Putin en San Petersburgo. :: A. M. / EFE
MUNDO

Un cumpleaños que trae cola

El abrazo de Schroeder con el jefe del Kremlin amenaza al líder de las juventudes de la CDU, que fue a la fiesta sin anunciárselo al partido

J. C. BARRENA
BERLÍN.Actualizado:

Mientras las relaciones entre Rusia y Alemania se encuentran prácticamente congeladas, aunque el contacto telefónico entre la canciller Merkel y el presidente Putin es permanente sobre la crisis de Ucrania, el exjefe socialdemócrata del Gobierno germano Gerhard Schroeder tuvo la ocurrencia de celebrar esta semana su 70 cumpleaños en San Petersburgo. La fiesta es todavía objeto de controversia en Alemania por la asistencia del líder del Kremlin, quien se fundió a su llegada en un fuerte abrazo de viejos amigos con el predecesor de Merkel.

La amistad de ambos viene de largo, de antes de que Schroeder adoptara a una niña rusa o de que se convirtiera en el presidente de la comisión de accionistas de la empresa Nord Stream AG, la firma germanorusa que gestiona el oleoducto del mismo nombre a través del Báltico y que, además, pagó el guateque en la histórica metrópoli imperial rusa. Cuando Schroeder cumplió los 60, Putin acudió a la fiesta en Hannover acompañado por un coro de cosacos rusos.

No han faltado voces, sobre todo desde las filas conservadoras aunque también desde muchos medios, que han tachado como mínimo de «irresponsable» la idea de Schroeder de celebrar su aniversario en Rusia en plena crisis de Ucrania, pero también quienes consideran que, gracias precisamente a su estrecha amistad, es el mejor interlocutor para hablar con Putin sobre posibles vías para acabar con la amenaza de una nueva Guerra Fría. Aunque nadie sabe de qué hablaron el excanciller alemán y el presidente ruso, lo cierto es que después de la fiesta Putin exigió la liberación de los observadores de la OSCE, cuatro de ellos ciudadanos alemanes, secuestrados por activistas prorrusos en Slaviansk; y que éstos se encuentran ya en libertad.

Pero más irritación aún en las filas conservadoras germanas ha provocado la asistencia al cumpleaños del portavoz parlamentario de Asuntos Exteriores de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Philipp Missfelder. El también presidente de las juventudes de la formación se apuntó a la celebración sin conocimiento de Merkel o del jefe de su grupo parlamentario, Volker Kauder, sumamente molestos después de enterarse por la prensa de su asistencia.