ANDALUCÍA EN EL CATORCE

LOS SINDICATOS QUIEREN OTRO PLAN

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La tensión preelectoral ha nublado tanto las críticas de los sindicatos al nuevo plan de empleo juvenil aprobado por el Gobierno de la Junta el pasado martes como al plan en sí. ¿Por qué CC OO y UGT critican de forma tan desaforada un plan destinado a dar empleo a 25.000 jóvenes, aunque solo sea durante seis meses al año y dotado con la no desdeñable cifra de 200 millones de euros en dos años? En primer lugar porque admiten que la Consejería de Economía y Empleo no ha contado con ellos a la hora de diseñar el plan. En segundo lugar porque la norma se presentó en víspera del 1 de mayo en el que los sindicatos han defendido tras la pancarta la calidad en el trabajo. Según UGT y CC OO, la propuesta de la Junta es un canto a la precariedad laboral de los jóvenes, un parche cargado de buenas intenciones, pero sin garantías de que quienes se apunten a la plataforma Emple@joven vayan a conseguir un trabajo de verdad en lo que de verdad les gusta o para lo que se han preparado, con alta en la Seguridad Social y todos sus derechos.

Coincido con los sindicatos en que muchas veces el objetivo de estos planes es quitar de las cifras del paro a unos centenares o miles de jóvenes durante un tiempo y así presentar como un logro político la bajada del desempleo. La obsesión de los políticos por la macrocifra es tal que a veces provoca situaciones tan surrealistas como esta semana, cuando Rajoy se ha atrevido a decir que está contento con los datos de abril cuando aún hay millones de parados.

Lo cierto es que desde que comenzó la crisis ninguno de estos planes está sirviendo de mucho, ya que la tasa de paro juvenil supera el 60% en Andalucía. El mismo consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, reconoció que el bono joven, destinado a chicos con estudios, ha sido un fracaso, solo ha cubierto un 8% de las expectativas cuando se presentó hace dos años como una panacea para incentivar a las empresas a contratar jóvenes.

Pero hay un tercer lugar sobre los sindicatos. Ninguno ha hecho autocrítica sobre el fracaso de tantos planes. Ha habido siete acuerdos de concertación entre la Junta, sindicatos y patronal. Todos ellos incluyeron planes de todo tipo para la inserción de jóvenes y mujeres en el mercado laboral y el auxilio de los parados de larga duración, entre otros. Las actuales cifras del paro pone en entredicho no los acuerdos en sí, cargados de buenas intenciones y necesarios, sino algo peor, su práctica.

Algo le honra al consejero Sánchez Maldonado. Primero reconocer el fracaso del bono joven. Nunca antes ninguno de sus antecesores en la Junta había admitido tal cosa pese a otros fiascos peores. Y también que ponga sobre la mesa un nuevo programa de medidas aunque solo alivie un 10% de los jóvenes en paro durante seis meses.

Un programa que se podrá mejorar en el Parlamento. ¿A qué viene que Francisco Carbonero pida a IU, que no lleva Empleo, que sea esta formación la que introduzca las propuestas de CC OO cuando durante años ha estado a partir un piñón con el PSOE y la Junta? Hay mucho mosqueo en los dos sindicatos tradicionales de clase por el caso que el PSOE hace ahora al CSIF. También por las distancias que aquel ha marcado con ellos tras los cursos y las facturas falsas.

Nada que ver cuando UGT y CC OO hacían de teloneros del PSOE en las elecciones de 2012. Ahora cuando los convocan a reuniones para la concertación hasta son secretas. Resulta obvio que quieran otro plan.