Un juez prolonga otras 48 horas la detención de Gerry Adams
Una hija de la mujer asesinada por el IRA está dispuesta a nombrar a los autores del crimen, pero la Policía aún no la ha llamado a declarar
LONDRES.Actualizado:Un juez de Irlanda del Norte concedió ayer otras 48 horas al Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) para interrogar al presidente del Sinn Féin y diputado irlandés, Gerry Adams, en el curso de la investigación del asesinato de una viuda y madre de 10 hijos, Jean McConville, en 1972. La prolongación de la detención confirma las dificultades de los inspectores para encontrar pruebas suficientes para la inculpación, que no sean unas afirmaciones grabadas por un excorreligionario de Adams ya fallecido.
Los inspectores del PSNI intentaron el jueves que declarasen dos exmiembros del IRA que han señalado recientemente a Adams como su dirigente, pero Peter Rodgers y Evelyn Gilroy se negaron. El primero manifestó a un programa de televisión que Adams y Martin McGuinness, actual viceprimeministro de Irlanda del Norte, le ordenaron llevar explosivos a Londres en 1980.
Gilroy vivía en el mismo edificio que McConville. En declaraciones a un periódico se quejaba de que la Policía estaba interrogando a «gente de base» pero no lo hacía con Adams. «Es increíble que no lo hayan detenido», decía. «La Policía no debería perseguir a quienes no estaban en posición de ordenar la ejecución de McConville y debería detener a la única persona que sí estaba en esa posición, Gerry Adams».
Pero, tras la detención, ni Rodgers ni Gilroy quieren ayudar al procesamiento de quien fue, según sus declaraciones, su comandante. Lo mismo cabe presumir de Ivor Bell, colaborador íntimo de Adams en la dirección del IRA en Belfast en el momento del crimen, y que ha sido imputado por colaboración con el asesinato y por pertenencia al IRA.
Bell tiene un caso judicial delicado, porque la Policía afirma que ha identificado su voz en un fragmento de una de las conversaciones de los historiadores del archivo de Boston College que han permitido estas detenciones. Bell fue expulsado del IRA por disputas con Adams, pero los estatutos del Libro Verde prohíben a sus miembros delatar a camaradas y es improbable que la regla sea incumplida por un exjefe de Estado Mayor del grupo terrorista.
Si las fuerzas de seguridad encuentran dificultades para establecer complicidades en las tortuosas relaciones de los desencantados excorreligionarios de Adams para procesarlo eficazmente, su actuación también tiene algún aspecto extraño. Una hija de McConville, Helen, afirmó ayer que está dispuesta a nombrar a los asesinos de su madre, pero la Policía no la ha llamado a declarar.
Su hermano Michael había dicho la víspera que no identificaría a los autores por temor a represalias, pero Helen, que ha mantenido, junto a su marido, una larga campaña para la investigación del crimen, ha dicho: «Yo ya no tengo miedo». Los hijos de McConville sólo vieron a la docena de miembros del IRA que entraron en la casa, entre los que no estaba Adams.
Para los dirigentes del Sinn Féin (SF), la detención es el producto de una actuación política del Servicio de Policía de Irlanda del Norte. No por el hecho mismo de la detención -Adams se ofreció a hablar con la Policía en marzo- sino por el momento elegido, en el lanzamiento de la campaña electoral para los comicios locales y europeos, con los sondeos pronosticando buenos resultados para el SF.
McGuinness, que ocupa el segundo cargo más importante del Gobierno autonómico compartido, afirmó ayer en una conferencia de prensa que «está claro que elementos del PSNI -lo que algunos en esa fuerza nos han descrito como el Lado Oscuro- continúan trabajando con una agenda negativa y contraria al proceso de paz y se implican en una policía politizada».
Este periódico ha conocido de una fuente fiable que, cuando los inspectores que solicitaron, en 2011, las cintas de Boston en las que se acusa a Adams del asesinato, consultaron a un alto mando de la Policía, ya retirado, y éste les dijo que podía dañar el proceso de paz. Los inspectores preguntaron si les estaba diciendo que no debían seguir la investigación, el mando lo negó tajantemente y permitió el avance.
La existencia de diferentes sensibilidades políticas en una fuerza policial recreada durante el proceso de paz es conocida. Pero la investigación comenzó en 2011 y los procesos judiciales americanos retrasaron la entrega de las cintas hasta agosto de 2013. Ivor Bell fue detenido en marzo y Adams en abril. Su detención en este momento no resulta incomprensible si se tiene en cuenta todo el calendario.