Putin acusa a Kiev de «tener las manos manchadas de sangre»
Actualizado: GuardarSin haberse iniciado todavía las investigaciones para esclarecer las circunstancias de los incidentes del viernes en el centro de Odessa, que condujeron a la muerte de 46 personas, la mayoría abrasados en el incendio que se declaró en la Casa de los Sindicatos, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró hoy que los dirigentes ucranianos “no sólo son responsables directos de acciones criminales sino también cómplices. Tienen manchadas las manos de sangre”.
De acuerdo con sus palabras, “son cómplices también todos aquellos que consideran legítimo el actual Gobierno ucraniano”. Según Peskov, “la connivencia de aquellos que se llaman el poder establecido en Kiev ha permitido que radicales y extremistas hayan quemado vivos a gente completamente desarmada”.
Ante esta situación, añadió el portavoz presidencial, resultaría “absurdo” celebrar las elecciones presidenciales previstas para el próximo 25 de mayo. Peskov ha dicho que el presidente Vladímir Putin “está profundamente indignado con lo sucedido y con la reacción de Occidente (…) y expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas”.
El portavoz de Putin sostiene una vez más que el Kremlin continúa recibiendo “miles de llamadas telefónicas diarias” de ciudadanos del este de Ucrania “solicitando ayuda a Rusia”. En este contexto, Peskov afirma que “la anexión de Crimea fue una decisión correcta por parte de Putin. Si no se hubiera adoptado, los actuales crímenes de Kiev y el derramamiento de sangre hubieran podido estar ocurriendo en la península”.
En cuanto a las milicias separatistas que ocupan edificios oficiales en una docena de localidades del este de Ucrania, el responsable del servicio de prensa de la Presidencia aseguró que su país “ha perdido prácticamente su influencia sobre esa gente. Es imposible convencerlos para que se desarmen y abandonen la resistencia cuando ven que sus vidas están amenazadas”.
El viernes, Peskov advirtió que la operación lanzada por las tropas ucranianas en la localidad de Slaviansk contra los sublevados prorrusos ha acabado de “manera irreparable” con la posibilidad de que la crisis en Ucrania se resuelva por medios pacíficos.
Las autoridades ucranianas tratan ahora de esclarecer cómo se desarrollaron los acontecimientos el viernes en Odessa. Más de un centenar de personas han sido detenidas mientras el jefe local de la Policía, Piotr Lutsiuk, ha sido destituido por el Ministerio del Interior debido al desastroso papel jugado por sus subordinados a la hora de impedir los disturbios.