La demanda de viviendas cae bajo mínimos
Actualizado: GuardarUno de los grandes lastres que frena el despegue de la economía estadounidenses es el pobre comportamiento del mercado inmobiliario. A excepción de algunas ciudades emblemáticas como Nueva York o San Francisco, donde el precio de la vivienda vive un nuevo boom, la realidad en el conjunto del país es desalentadora. Las inversiones en propiedades residenciales se mantiene en el porcentaje más bajo sobre el resto de la economía desde la Segunda Guerra Mundial. De ahí que el sector esté contribuyendo menos que nunca al proceso de recuperación. Si la actividad en la construcción volviera a los promedios normales, el PIB se dispararía hasta el 4% propiciando la creación de hasta 1,5 millones de empleos adicionales y dejaría el paro entorno al 5%, que es donde suele situarse en épocas de bonanza.