«Me pegarán un tiro si nombro a los asesinos»
«Mucha gente estará contenta de ver» al dirigente norirlandés ante la Policía, asegura uno de los diez hijos de la viuda de Belfast
LONDRES.Actualizado:El 7 de diciembre de 1972, doce miembros del IRA, hombres y mujeres, algunos embozados y otros con la cara descubierta, algunos de ellos vecinos y conocidos, entraron en el piso que ocupaba la viuda Jean McConville con sus diez hijos y se la llevaron. La madre chillaba, según su hijo John, que tenía entonces once años. Uno de los hermanos acompañó a la madre escaleras abajo hasta que un miembro del IRA le apuntó con una pistola y le dijo que se fuera.
La víspera, los niños habían tenido que ir a buscar a Jean a una comisaría, porque miembros del IRA la habían sacado de un bingo y le habían dado una paliza. Los hijos -la mayor tenía 15 años y discapacidad física- temieron que el IRA pegaría de nuevo a su madre. Vieron desde la ventana que la subieron a una furgoneta, que partió con un coche delante y otro detrás. En los días siguientes tuvieron que organizarse para comer y sobrevivir solos. Hasta que se presentó un hombre que les entregó el monedero de su madre, con 52 peniques, y tres anillos. Entonces entendieron que Jean ya no regresaría a casa. La Policía no investigó entonces el crimen porque sólo se ocupaba en aquellos tiempos de 'casos importantes'. Los servicios sociales dividieron a los hijos en diversos domicilios.
En una playa de Irlanda
Jean McConville se había convertido en el caso más conocido de los 'desaparecidos' del IRA, normalmente supuestos infiltrados o colaboradores de las fuerzas de seguridad, que eran asesinados y enterrados en algún paraje solitario.
Sus restos fueron hallados en 2003, en una playa del nordeste de la República de Irlanda. El IRA dio datos que no sirvieron para la localización, pero un paseante descubrió un hueso después de que una tormenta azotara la playa. Está en el distrito por el que Gerry Adams es ahora diputado en el Parlamento de Dublín.
La hija de Jean y su marido han mantenido una larga campaña para lograr el procesamiento de los responsables del asesinato. La familia ha negado siempre que fuera confidente de las fuerzas de seguridad.
Su hijo Michael dijo ayer que sabe los nombres de los asesinos de su madre, pero que no los puede revelar: «Todo el mundo cree que el IRA ha desaparecido, pero no es cierto. Si lo decimos, nos pegarán un tiro». Explicó a la BBC que es un padre de familia con hijos jóvenes y que debe protegerlos. Pero añadió que «mucha gente estará contenta de ver» la detención de Gerry Adams.