Las reivindicaciones del Primero de Mayo dan la vuelta al mundo

Millones de trabajadores en todo el mundo salieron ayer a la calle para festejar el Primero de Mayo. Aunque las reivindicaciones concretas variaron en función de las latitudes, el hartazgo por las consecuencias de la crisis económica y las mejoras laborales fue el denominador común en cada una de las marchas que se desarrollaron mayoritariamente de manera pacífica.

En los países europeos hubo unanimidad en las críticas a la política de austeridad promulgada por Bruselas y seguida a rajatabla por los gobiernos de los Veintiocho. El cambio de rumbo económico se escuchó incluso desde Alemania. Allí, los sindicatos reunieron en las calles de las principales ciudades a miles de manifestantes que bajo el lema 'Un buen trabajo. Una Europa social' se solidarizaron con los trabajadores de los países periféricos al reclamar ayudas para combatir el desempleo en el sur de la UE. El clamor contra los ajustes se vivió especialmente en Francia, donde los sindicatos protestaron contra el plan de recortes de 50.000 millones de euros propuesto por el primer ministro, Manuel Valls. En Grecia, el país más azotado por la política de recortes, decenas de miles de personas se manifestaron por una Europa social. La jornada estuvo marcada por una huelga de 24 horas.

Uno de los países donde las manifestaciones acabaron de manera más violenta fue en Turquía. Los enfrentamientos comenzaron cuando la policía recurrió a cañones de agua y gases lacrimógenos para evitar que cientos de personas se manifestasen en la plaza Taksim, convertida en símbolo contra Erdogan.

Pero sin duda, una de la manifestaciones del Primero de Mayo más numerosa se vivió en Moscú. Y es que 100.000 personas se congregaron en la Plaza Roja de la capital rusa, algo que no ocurría en ese escenario desde la desintegración de la URSS en 1991. La celebración del Día del Trabajador también se sintió en China, especialmente en Hong Kong.