Doellman acerca la Eurocup al Valencia

Al contragolpe. Desde el perímetro con juego estático. Emparejado con hombres altos o bajos. A Justin Doellman le dio igual la situación que le planteara el Unics Kazán, porque resolvió cada problema con eficacia y brillantez. Con un partido sembrado de grandes acciones y buenos promedios, el de Ohio capitaneó el asalto del Valencia al título de la Eurocup con una victoria contundente en el primer partido de la final. En el contraste de estilos, las virtudes ofensivas de los naranjas aplastaron las condiciones defensivas que habían colocado a los tártaros en la última fase del torneo. Al menos hasta que aguantaron las fuerzas.

El primer cuarto del duelo enseñó que los buenos comienzos favorecen las opciones de quienes buscan el triunfo a lo grande. Los parciales de los taronjas se dispararon desde el 9-1 de salida hasta el 25-9 con el que se cerraron los últimos diez minutos. Apoyados por el gran ambiente de la Fonteta, la agresiva defensa del Valencia -a veces con presión a toda cancha- y con numerosas ayudas, los jugadores del equipo español maniataron a sus rivales de Rusia. Además, la facilidad para suministrar asistencias de Oliver Lafayette (cuatro pases en el primer período) y la actuación demoledora de Doellman (12 puntos de inicio) allanaron el camino ante un Unics que se agarró a los seis puntos de Harangody.

El segundo cuarto vio cierta reacción de los visitantes gracias al paso adelante de Zisis para manejar el partido y a la contundencia de Veremeenko para detener a los jugadores del Valencia. Pero ante el cierre de la zona de los tártaros el equipo español apostó por los triples y volvió a salir la cara de la moneda deseada hasta alcanzar un parcial cómodo (41-20). Desde entonces, Vellimir Perasovic ordenó mayor control a sus jugadores para que la precipitación no restara puntos a la ventaja. Sin embargo, el tercer cuarto permitió a los taronjas surfear sobre su estado de gracia. Doellman inspiró a sus compañeros con su capacidad para penetrar en la defensa rival con soltura y el marcador se disparó a su favor. Pau Ribas sucedió a Van Rossom en la fiesta y Dubljevic empezó a encontrar huecos en las inmediaciones de la canasta rival. Mientras, los rusos se hundieron en sus propias estadísticas (cuatro triples de 17 intentos y 10 tiros libres de 19 lanzamientos antes del último cuarto).

Para el último período el equipo taronja descansó, rebajó sus exigencias defensivas y desaceleró un ritmo con el que llegaron a alcanzar los 33 puntos de ventaja (70-67). No lograron aguantar el ritmo y los adversarios sumaron hasta reducir la sangría a los 13 puntos. Sin embargo, la ventaja final (80-67) invita al conjunto español a algo más que soñar gracias a Doellman (28 puntos y seis rebotes en la Fonteta). Sólo una hecatombe en la capital tártara el 7 de mayo les puede impedir levantar el trofeo de la Eurocup y el pasaporte oficial a una Euroliga que les reclama por su juego vistoso, atractivo y competitivo.