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Los amigos del KGB y los de Crimea
El castigo de Washington y Bruselas señala a los hombres que comparten pasado y presente con el líder del Kremlin y aún no se atreve con Gazprom
MOSCÚ. Actualizado: GuardarIgual que sucedió con las dos tandas de sanciones aprobadas en marzo, las autoridades rusas ponen ahora también cara de no estar preocupadas por las nuevas medidas de castigo de Estados Unidos y la Unión Europea. El presidente Vladímir Putin resta relevancia a los vetos impuestos a los contratos para la adquisición de componentes dirigidos a la industria de armamentos. «Terminaremos consiguiendo esas piezas por otras vías. Es sólo cuestión de tiempo y dinero», sostiene el líder del Kremlin.
El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, sí admitió que las sanciones causan «repulsa» en Rusia y advirtió además de que habrá respuesta. El responsable diplomático ruso considera que Washington «ha perdido el sentido de la realidad y opta conscientemente por el agravamiento de la crisis». Según sus palabras, «nadie tiene derecho a emplear contra Rusia el lenguaje de las sanciones».
Entre los siete altos funcionarios rusos contra los que se aplicarán ahora restricciones de visado y congelación de cuentas corrientes se encuentran dos importantes personajes del círculo íntimo de Putin: Ígor Sechin, patrón de la principal petrolera rusa, Rosneft, y Serguéi Chémezov, presidente de la corporación estatal Rostej. También próximos al máximo dirigente son el viceprimer ministro, Dmitri Kozak, y Viacheslav Volodin, subjefe de la Administración del Kremlin.
Sechin fue viceprimer ministro encargado de Energía hasta hace dos años. Siempre fue uno de los hombres de confianza de Putin y jugó un papel de primera línea en el encarcelamiento de Mijaíl Jodorkovski y el desmantelamiento de su petrolera, Yukos, que pasó a integrarse en su mayor parte en Rosneft. Al igual que el primer mandatario ruso, Sechin perteneció al KGB. Chémezov estuvo con Putin en la Alemania Oriental durante los años 80, cuando ambos trabajaban para los servicios secretos soviéticos.
Los ánimos en el Kremlin
En cuanto a Kozak, ha sido el encargado dentro del Gobierno de supervisar la marcha de los preparativos para los Juegos Olímpicos de Sochi y los planes para el desarrollo económico de las conflictivas repúblicas del Cáucaso Norte. Ahora dirige los proyectos destinados a consumar la anexión de Crimea y a elevar su nivel económico. También con la península está relacionado otro de los sancionados, Oleg Belavántsev, emisario especial del Kremlin para la zona anexionada.
Volodin, que siempre mostró un fanatismo irreconciliable en la defensa de Putin y su política, ocupó cargos en la cúpula del partido del Kremlin, 'Rusia Unida', en el Gobierno y fue vicepresidente de la Duma (Cámara Baja). Ha participado en casi todos los equipos de campaña de Putin.
Alexéi Pushkov, un antiamericano convencido, es periodista y presenta cada semana un programa analítico llamado 'Postscriptum' en el canal de televisión moscovita TVTs. Ahora es diputado y presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma. Es un excelente transmisor de los ánimos reinantes en el Kremlin a través de su cuenta de Twitter. El general Evgueni Múrov, director del Servicio de Protección de la Federación Rusa, es el más discreto de todos.
Las 17 empresas sancionadas pertenecen a Guennadi Tímchenko y a los hermanos Borís y Arkadi Rotenberg, todos ellos muy vinculados a Putin y sancionados ya el pasado mes de marzo. A Tímchenko, fundador de la empresa energética Gunvor, se le considera el guardián de la fortuna personal del presidente ruso, supuestamente distribuida en diversos activos y cuentas bancarias, algunas en Suiza. Así lo aseguran algunos medios desde hace ya años.
Los mercados financieros rusos esperaban ayer sanciones peores. Por eso, los principales valores subieron y el rublo, también. Las acciones que mayor alza experimentaron fueron las de Gazprom y el banco VTB, con subidas del 1,14% y 2,13%, respectivamente. Sus presidentes se quedaron fuera de la lista negra de Occidente. No así Rosneft, que cayó un 1,87%. Se esperaba que Alexéi Miller, jefe de Gazprom, hubiera sido sancionado, ya que su compañía ha doblado el precio del gas a Ucrania ,además de amenazar con cortar el suministro si Kiev no paga la deuda acumulada.
El economista ruso Andréi Necháyev cree que «las únicas sanciones que pueden llegar a influir negativamente en la economía rusa son las adoptadas contra Sechin». Por su parte, la politóloga del centro Carnegie de Moscú Lilia Shevtsova estima que las medidas «no serán eficaces porque no pararán a Rusia». La experta admite, no obstante, que «complicarán la integración en Occidente a la elite rusa». Lo que sí está claro para Shevtsova es que «las sanciones estimularán al Kremlin a aislarse aún más del mundo exterior».