El candado de Moratinos en Asuntos Exteriores
El exministro impulsó un incremento de la confidencialidad que ha originado un hondo malestar entre los investigadores
MADRID. Actualizado: GuardarEn materia de documentos clasificados la gota que colmó el vaso para los investigadres se vertió en 2010. El 15 de octubre de ese año el titular de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, elevó al Consejo de Ministros un acuerdo por el que se blinda toda la información referente a 14 materias. Entre estas se encuentra lo referente, por ejemplo, a «los intereses políticos, sociales, económicos y comerciales [de España y sus aliados] y las relaciones diplomáticas con terceros países», lo que abre un abanico de infinitas posibilidades, todas a disposición del Gobierno para justificar la confidencialidad. A ello se sumaron otros supuestos como las entrevistas con mandatarios extranjeros con implicaciones para los intereses del Estado, las gestiones de apoyo en las licitaciones de empresas españolas en el exterior y en contenciosos de especial gravedad que les afecten, o las candidaturas españolas a puestos en organismos internacionales. Esta decisión coincidió con el inicio de las filtraciones de Wikileaks.
La llegada del PP y de un nuevo ministro abrió nuevas esperanzas que no se han visto respondidas. «García-Margallo podría ser recordado por las generaciones futuras como el ministro que abrió lo que Moratinos cerró bajo siete llaves. Pues bien, por el contrario, parece empeñado en pasar a la historia como un eslabón más en una cadena de oscurantismo ministerial», mantiene el profesor Sanz.