Guerra de desayunos
Actualizado:La batalla está servida. Dos de las cadenas de comida rápida más poderosas de Estados Unidos, Taco Bell y McDonald's, andan a la greña a cuenta de unos anuncios con los que la primera de esas compañías busca adictos a su nuevo menú para el desayuno. El motivo son los personajes empleados en los tres spots en cuestión, rodados siguiendo los dictados del cineasta Errol Morris. Bajo el mismo nombre de Ronald McDonald, el payaso que constituye el principal emblema de la empresa que abrió su primer restaurante en la localidad californiana de San Bernardino allá por 1940, los tres se prodigan en elogios hacia la novedosa propuesta gastronómica de Taco Bell. De poco sirve que en un rincón perdido de la pantalla se puntualice que los comerciales no tienen nada que ver con McDonald's pues, para mayor escarnio de esta última, otro de los anuncios de la campaña se burla del McMuffin, uno de los productos estrella de la franquicia.
Como no podía ser de otro modo, la polémica desatada ha contribuido poderosamente al éxito de la campaña, como prueban los más de tres millones de visitas que los spots han recibido en YouTube desde que se subieron a la plataforma de vídeos. Una demanda que no ha hecho sino enfurecer aún más a los ejecutivos de McDonald's, que han contraatacado con otra agresiva campaña de la que forma parte una foto colgada en Facebook en la que se puede ver a un auténtico Ronald McDonald acariciando a un chihuahua, el animal empleado por Taco Bell como mascota durante años, acompañada por la leyenda: “La imitación es la forma más sincera de adulación”.
El por ahora incruento enfrentamiento ha hecho que los fieles de ambas franquicias se movilicen en apoyo de los argumentos empleados por una y otra compañía. El botín que hay en juego bien vale el despliegue de todo el arsenal a su disposición. Caracterizada por su pasión por la comida rápida, la sociedad estadounidense alimenta con profusión la maquinaria recaudatoria tanto de McDonald's como de Taco Bell. Aunque en el apartado de desayunos, el que ha desatado las hostilidades, la primera de esas cadenas lleva una clara ventaja, con diez mil millones de dólares amasados por este concepto en 2012, un tercio del total que se movilizó en el país ese año. Robarle una suculenta parte de ese pastel es el propósito de su adversario con una campaña cuyo final aún está por decidir.