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La violencia incendia Río a dos meses del Mundial
La muerte de un bailarín en una redada desata la ira en una favela cercana a Copacabana por la actuación policial
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarA menos de dos meses para el inicio del Mundial, la ciudad de Río de Janeiro fue escenario ayer de graves enfrentamientos entre la Policía Militar y los vecinos de una favela de Copacabana que protestaron airadamente por la muerte violenta de un joven bailarín, presuntamente a manos de las fuerzas de seguridad. Los uniformados habían sido convocados para pacificar los tugurios de la ciudad carioca -que albergará también los Juegos Olímpicos de 2016-, pero la violencia lejos de atenuarse no hace más que aumentar.
«¿Qué Copa del Mundo es ésta, qué Juegos Olímpicos son éstos, que se beben la sangre de jóvenes inocentes?», se preguntaba indignada Daisy Carvalho, activista de derechos humanos, en la favela Pavao-Pavaozinho, donde fue encontrado el cuerpo de Douglas Rafael da Silva Pereira, de 26 años, muerto a causa de una hemorragia interna producto de una perforación en el pulmón, según describió el Instituto Médico Legal de Río. El muchacho tenía además hundimiento de cráneo, un corte en la ceja y otros indicios de que fue golpeado.
«Lo que me revuelve es que escuché de boca de un policía que iban a matar a un joven para dar el ejemplo ¡y lo hicieron! Uno de ellos me llamó puta y zorra diciendo que los que defendemos los derechos humanos defendemos a los bandidos», contó Carvalho. «Las favelas deben unirse y bajar a las calles para decir que queremos paz, pero no a estos policías asesinos», advirtió la mujer, que finalizó su intervención con un alerta inquietante: «Yo les digo a los turistas que no vengan a la Copa del Mundo».
La muerte de Silva Pereira, que bailaba en un programa de televisión de la cadena Globo para orgullo de los jóvenes del barrio, ocurrió en la madrugada del lunes. Ante el hallazgo del cuerpo en una guardería, la Policía informó de que la víctima habría sufrido una caída que le provocó la muerte. No obstante, los familiares y vecinos no comparten la versión oficial. Insisten en que Douglas estaba siendo perseguido. La madre, enfermera de profesión, dijo que el cuerpo «estaba en posición de defensa, todo golpeado».
Un fracaso
A raíz del macabro hallazgo, se desató la ira en la favela, ubicada en una colina entre los barrios de Copacabana e Ipanema a escasos 200 metros de una populosa playa y cerca de los principales hoteles de la ciudad. Centenares de vecinos hicieron barricadas, encendieron fogatas, causaron destrozos en comercios y lanzaron piedras y explosivos contra la policía, que portaba armas largas. La protesta interrumpió la circulación durante horas en esa zona de la ciudad. Testigos aseguran haber oído al menos tres prolongados tiroteos. Después se cortó la luz.
También destruyeron la sede de la Unidad Policial de Pacificación, imagen de la política de seguridad y 'pacificación' de las favelas desde 2009. Las unidades, que deberían proteger a los ciudadanos y contribuir a resolver los conflictos de manera pacífica, están siendo blanco de las denuncias de los vecinos que responsabilizan a sus integrantes de muertes violentas y desapariciones. Los enfrentamientos dejaron como saldo al menos un muerto más de un balazo en la cabeza. Se trata de un hombre de unos 30 años, según informaron autoridades sanitarias del municipio.
«Este plan de pacificar las favelas es un fracaso», denunció Johana Mesquita, vecino de Pavao-Pavaozinho. «La violencia de la Policía simplemente reemplaza la de los narcotraficantes», se dolió. Los fallos en la política de seguridad, que lanza síntomas preocupantes a 50 días del comienzo del Mundial, se advierten en el aumento de la violencia en las favelas.