Buterflika acaricia su cuarta reelección
El presidente, postrado en una silla de ruedas, fue la estrella de unas elecciones transcurridas entre la indiferencia y el desencanto juvenil
EL CAIRO.Actualizado:El próximo ocupante del sillón presidencial de Argelia fue posiblemente ayer el único que no se bajó de él para ir a votar su cuarta reelección. Abdelaziz Buteflika, de 77 años y frágil salud, apareció ayer en silla de ruedas y robó el show al resto de postulantes a la presidencia e incluso a los defensores del boicot -que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad en varias zonas rurales-, y acaparó todos los flashes, a los que dedicó varias sonrisas trémulas y ni una sola palabra. Bajo un enorme despliegue de seguridad, la jornada trascurrió ayer tranquila en la capital y gran parte del país, donde la apatía y las llamadas a la abstención propiciaron una baja participación, que el Ministerio del Interior cifraba en el 37% dos horas antes del cierre de los colegios.
El presidente y candidato favorito, 'el hombre fantasma', como le denominan algunos argelinos, ya que ni ha hecho campaña ni se le había visto en público desde hacía 16 meses, acudió a votar acompañado de su familia en un barrio de la periferia capitalina, mientras que su principal rival, el exprimer ministro Ali Benflis, denunciaba fraude electoral.
La estampa, sin embargo, no fue tan pacífica en algunos pueblos de regiones como la combativa Cabilia. Poco después de la apertura de los colegios electorales, policías y algunos jóvenes que intentaban interrumpir el voto en Buira, al sureste de Argel, se enfrentaban a pedradas y con gases lacrimógenos, con el resultado de al menos 70 heridos, más de la mitad de ellos agentes, y varios colegios electorales incendiados. En la capital, un intento de manifestación fue rápidamente reprimida por las fuerzas de seguridad.
El tímido despertar de la sociedad civil argelina, aún traumatizada por la guerra civil de los años 90, ha propiciado una campaña a favor del boicot impensable hace unos años, que ha intentado traducir la apatía de la juventud ante un plantel político con el que no se identifican, a un boicot activo contra el cuarto mandato de Buteflika. Grupos como Barakat (Suficiente), aunque pequeños, han conseguido una repercusión mediática que preocupa al régimen. Los principales partidos de oposición, entre ellos los islamistas, habían llamado también a la abstención electoral.
Sin embargo, el presidente, que cuenta con el apoyo del principal partido político, el Frente de Liberación Nacional, y los sindicatos más importantes, continúa siendo muy popular entre muchos argelinos debido a su papel en la resolución de un conflicto civil que acabó con la vida de al menos 200.000 personas.
El voto de aquellos que anteponen la estabilidad del país a la reforma será el que, probablemente, mantenga al mandatario cinco años más en el poder si su delicada salud se lo permite. Los resultados se conocerán hoy.