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La protesta contra El Algarrobico emuló al Quijote. :: EFE
ANDALUCÍA

Desmontando El Algarrobico pide que se ejecute el derribo del hotel

SUR
GRANADA.Actualizado:

No se apagan los ecos de la polémica sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que declaraba urbanizable una parte del suelo sobre el que se asienta el hotel de el Algarrobico, en Carboneras (Almería). Ayer, los más de 25 grupos organizados en la plataforma Desmontando El Algarrobico se concentraron ante la sede del tribunal y pidieron la recusación de los cuatro jueces de la sección tercera que dictaron la sentencia. Además, convocaron una manifestación para el 10 de mayo, en la que exigirán a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Agricultura que agilicen el derribo del hotel, pactado ya entre ambos.

Los colectivos ecologistas y sociales que forman la plataforma estiman que hay «graves irregularidades» cometidas presuntamente por los magistrados, ya que la sentencia «hace prevalecer el urbanismo sobre el Medio Ambiente en contra de la legalidad» y «vulneran» sentencias del Tribunal Supremo (TS), al haber dictado una «resolución contradictoria con las anteriores, afectando al interés general y generando inseguridad jurídica, algo expresamente prohibido por el Tribunal Supremo», según indica Europa Press.

«Lo más preocupante -añaden- es que estos mismos jueces han de dictar sentencia sobre la licencia de obras del hotel, declarada nula en 2008 por un juzgado de Almería». Estiman que «se está intentando dar un giro de 180 grados al caso de El Algarrobico, en el que ciudadanos y ecologistas han logrado unas 20 victorias judiciales».

El portavoz de la asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, Enrique Ruiz, manifestó que la última sentencia del TSJA abre la puerta a la urbanización de otros sectores de la playa como 'El Canillar' -'ST-2'- y la 'Torre del Rayo' - 'ST-3'-«no desarrollados aún pero que también declara el tribunal como urbanizables y donde se proyectan viviendas, hoteles y campos de golf».

Los ecologistas escenificaron su protesta vestidos como Don Quijote y Sancho, para representar su lucha contra los molinos convertidos en gigantes.