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Rosa González, en la misma calle donde se encontró el meteorito hace 83 años. :: CSIC
Sociedad

El meteorito escondido

Una niña de 11 años encontró la roca en 1931 y ahora, con 94, ha donado un fragmento a los investigadores

EDURNE MARTÍNEZ
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Cayó sobre una calle de un municipio de León hace 83 años pero hasta ahora no había salido a la luz. Se trata de Ardón, un meteorito de 1 centímetro de diámetro y 5,5 gramos que encontró Rosa González cuando solo tenía 11 años. La que hoy es una señora de 94 explicó que, tras oír un enorme estruendo, cayó delante de ella una pequeña roca humeante y que cuando la recogió «aún estaba caliente». Por desconocimiento, no comentó nada sobre su hallazgo pero la guardó en una caja durante más de 80 años. Finalmente, fue uno de sus sobrinos, José Antonio González, aficionado a documentales de ciencia, «quien se dio cuenta de la importancia que podía tener esa pequeña piedra y me la entregó», señaló el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Josep María Trigo, durante la presentación de la roca a los medios ayer en Madrid.

«Solo viendo la foto que me mandó José Antonio ya sabía que era un meteorito», señaló el investigador. A partir de ese momento, comenzaron los análisis químicos y mineralógicos requeridos para clasificar y dar nombre al meteorito. Finalmente se resolvió que esta roca caída un 9 de julio de 1939 en la localidad leonesa de Ardón, se trataba de una condrita ordinaria del grupo L6 procedente de un asteroide desconocido.

Cuando el CSIC informó a la familia, ésta decidió donar una parte del ejemplar a los investigadores, para que pudieran descubrir más acerca de los misterios del universo. Además, se hará una réplica que será expuesta en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, junto con los otros 160 meteoritos de la colección del museo.

Un posible mercado negro

El investigador aseguró que existen numerosos meteoritos ocultos en manos privadas en España. Y es que, según Trigo, el número de caídas de estas rocas en el país es muy inferior al que sugieren las estadísticas. «Debería caer un meteorito de un kilo de masa anualmente según los estudios», señaló.

Sin embargo, los registros muestran un vacío de 1947 a 2004 que señala que durante esos años no cayó ninguno en suelo español, o por lo menos, que no hay ninguno registrado. Haciendo referencia al posible mercado ilegal de compra-venta de meteoritos, Trigo apuntó que confía en la «buena voluntad» de las familias, que quizá «por desconocimiento o por cariño» no han dado a conocer estos hallazgos. Aunque también reconoció que «aunque sea muy triste, todos sabemos que en eBay cualquiera puede encontrar miles de láminas de meteoritos por 2 o 3 euros».

Algunos investigadores sospechan que algunas de estas rocas podrían estar ocultas como secretos familiares o ser vendidas para acabar en colecciones privadas. Para ello, la Ley del Patrimonio Natural de 2007 reconoce que los meteoritos españoles son patrimonio geológico y deben ser preservados y permanecer en el país.