«Falta valor para enfrentarse a la vida»

Cuatro extraños planean suicidarse la noche de fin de año y por coincidencia se encuentran en la azotea de un tejado londinense. En lugar de hacerlo crean un grupo de apoyo y deciden volver a encontrarse de nuevo en otra fecha deprimente para ellos, el día de San Valentín. Esta es la trama de la película 'Mejor otro día', que este viernes se estrena en España y protagoniza Pierce Brosnan. A sus 61 años, el actor irlandés mantiene el atractivo físico que dos décadas atrás le convirtió en James Bond y uno de los hombres más sexis del planeta. Productor, actor, pintor y activista social, Brosnan reconoce que le gustó trabajar junto a Aaron Paul, Toni Collete e Imogen Poots en esta cinta inspirada en la novela del mismo titulo del escritor Nick Hornby.

-En 'Mejor otro día' interpreta a Martin, un presentador que mantiene una relación con una menor por equivocación y acaba en la cárcel. ¿En algún momento dudó a la hora de interpretar un personaje de estas características?

-Al contrario. Martin me parece un personaje estupendo, me encanta. Me hace reír su manera de ser. Desde luego ha cometido errores y eso ha provocado mucha tristeza en su vida, pero esta historia tiene también humor, comedia. Mi personaje es un capullo, la verdad. Un hombre alienado de la sociedad, pero al que he tratado de dotar de cierta simpatía. Los defectos de este personaje son maravillosos de interpretar.

-¿Conocía la obra de Nick Hornby antes de rodar la película?

-Sí, claro. Cuando mi agente me llamó con la propuesta le dije que me mandara el guión y disfruté mucho leyendo. El proyecto contaba con todos los ingredientes para que lo aceptara: la historia de Hornby, el director Pascal Chaumeil, Toni Collete e Imogen Poots, que son magnificas, y Aaron Paul, que es uno de los hombres más carismáticos del momento.

-Los personajes viven en una constante montaña rusa acompañados siempre por la depresión.

-La vida pasa demasiado rápido y en ocasiones falta valor para enfrentarse a ella. Con los años me he dado cuenta de que la vida se escapa a gran velocidad.

-¿Cómo se siente a los 61?

-De físico, de mente y de estado espiritual me encuentro bien. No me voy a retirar pronto, si eso me estás preguntando. Voy a seguir trabajando, entrenando y preparándome como hasta ahora.

-Mirando hacia atrás, ¿cambiaría algo de su vida?

-Yo cuando miro hacia atrás veo que mi vida está llena de bendiciones. Llegué a Estados Unidos hace 29 años con una peluca, una oración y un sándwich. Conseguí un trabajo en una serie de televisión cuando yo me creía que podía trabajar con Martin Scorsese. Sin embargo aprendí que los que suplican no pueden elegir. Era trabajo y lo necesitaba. Me ayudó a formarme como actor y, sobre todo, a entender esta industria.

-¿Producir le anima a elegir personajes complicados?

-Sí, aunque me hubiera gustado haber podido hacerlo antes en mi carrera. Cuando llegué a América mi primera oportunidad fue la serie 'Remington Steele' que me marcó mucho como actor. Me quedé estancado y debería haber explorado más el drama, pero preferí la comodidad

-Pero Remington le ayudó a conseguir James Bond.

-Sí. La franquicia de James Bond llegó en un momento perfecto en mi carrera. Siempre estaré agradecido por ese personaje, por haber tenido la oportunidad de pertenecer a ese selecto grupo de actores que interpretaron a Bond. Rodar esa franquicia me permitió crear Irish Dream Time, mi propia compañía de producción con la que he rodado muchas películas.

-¿Cómo describiría este momento de su carrera y de su vida?

-Siempre lo he pasado bien, con todo lo que he hecho. No importa que la crítica me haya despedazado, ni que el público no haya acudido en masa a ver mis películas, ni que el director considerara la película un fracaso. Siempre he disfrutado con mi trabajo. En mi vida he aprendido a través de los años que los lujos no significan nada, lo más preciado que uno tiene es su tiempo.