El Servicio Secreto de Obama purga sus escándalos
Su directora, Julia Pierson, degrada al supervisor de operaciones especiales y endurece las normas sobre consumo de alcohol
WASHINGTON.Actualizado:El Servicio Secreto de Estados Unidos se ha visto obligado a tomar de nuevo medidas para atar en corto a sus agentes, después de hacerse públicas las últimas juergas de algunos de ellos. Cartagena de Indias, Miami, Amsterdam, son lugares que mancharán para siempre la historia de encargados de la seguridad del presidente Barack Obama durante sus viajes. El escándalo destapado en el primero provocó la aprobación de unas nuevas reglas de comportamiento en el trabajo que los oficiales se han mostrado incapaces de cumplir en los dos siguientes.
El departamento de operaciones especiales del Servicio Secreto ha degradado a un supervisor y reasignado a más de una veintena de agentes de la sección de Operaciones Especiales «a consecuencia de dos incidentes de conducta inapropiada», anunció ayer el portavoz Ed Donovan. La directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, que lleva 13 meses en el cargo, ha decidido actuar de forma severa para restaurar la reputación de la agencia.
Los últimos incidentes también han supuesto el endurecimiento de las normas sobre la ingesta de alcohol de sus agentes. A partir de ahora, no podrán beber en las 12 horas previas a su incorporación al trabajo y tampoco en las 24 anteriores a la llegada del presidente Obama, a la ciudad en todos sus viajes oficiales, según informó el Washington Post.
El escándalo que ha revuelto los cimientos de la agencia ocurrió el 24 de marzo, en la cumbre nuclear de la Haya. El supervisor George Hartford advirtió a los agentes en Amsterdam que podían salir siempre que su conducta fuera la adecuada. Sin embargo, a la mañana siguiente recibió el aviso de que uno de los oficiales, de 34 años, había sido hallado inconsciente y en estado de embriaguez en los pasillos del hotel, cuyos responsables alertaron a la embajada