El Bayern sufre y después saca la apisonadora ante el United
Un gol de Evra dio esperanzas al United, pero Mandzukic, Muller y Robben le dieron la vuelta al choque sin excesivos problemas
Actualizado:El Bayern de Múnich salió al campo buscando intimidar desde el primer instante. Para ello, Guardiola no dudo en alinear juntos y de inicio a Kroos, Ribery, Robben, Muller, Gotze y Mandzukic. El objetivo era atemorizar, marcar territorio desde la salida y tratar de que el Manchester United se preocupase primero de no salir corneado en los instantes iniciales, y que tardase el mayor número de minutos posibles en darse cuenta de que el empate sin goles no le valía para nada.
Fueron los bávaros los que mandaron territorialmente y, por supuesto, en la posesión. Robben y Ribery trataban de desequilibrar en los flancos, mientras que por el centro el toque era la constante local. El United, fiel al guion, se encerró como pudo tratando de salir en las contadas ocasiones en las que conseguía controlar una pelota. Un gol anulado, esta vez bien, no como el que le birlaron a Welbeck en la ida, fue la excusa que necesitaban los de Moyes para continuar con el guion. Los ingleses consiguieron frenar el ritmo a base de cortar las acciones y de no permitir robos en la línea de tres cuartos de los germanos.
Evra, esperanza efímera
El arranque de la segunda mitad fue un calco hasta que un rechace cayó en los pies de Evra, escorado y desde fuera del área. El francés la enganchó a botepronto para ponerla en la escuadra de Neuer y abrir de forma sorprendente el marcador. El escepticismo fue general en la afición y en los banquillos, pero sirvió como estímulo al Bayern, que empató apenas un minuto después gracias a un certero cabezazo de Mandzukic.
Quedaba media hora, y todo por decidir. Ambos equipos se vinieron arriba en sus intenciones, y amagaron con golpear de nuevo. Rooney la tuvo, Ribery también, pero ambos carecieron de precisión. Con espacios, los extremos del Bayern comenzaron a ganar sus duelos particulares. En uno de ellos, Robben centró al área y Muller se adelantó a la defensa para voltear el partido.
Tocaba arrebato, y el principal problema del United es que no tiene más. Buscó tocar, y después correr, pero todas sus acometidas fueron estériles. Por el contrario, a la primera que tuvo el Bayern, sentenció. Arjen Robben, que para entonces ya era el hombre del partido, desbordó en su habitual diagonal desde la banda derecha y hacia el centro. El disparo, para mayor gravedad, golpeó en Vidic, y se hizo inalcanzable para De Gea. Era el 3-1, y aunque faltaban quince minutos, el partido ya se había acabado.