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El hijo del senador Kennedy coge el testigo político de la familia

Ted Kennedy, de 52 años y presidente de una consultora, anuncia hoy su candidatura a la asamblea legislativa de Connecticut

MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK.Actualizado:

Decían las malas lenguas que el senador Ted Kennedy, hermano del presidente asesinado, murió decepcionado ante la falta de herederos políticos. Hoy el emblemático senador debe sonreír en su tumba, si se confirma que su hijo Ted Kennedy Jr. se presenta a la asamblea legislativa de Connecticut. Es, como observaba The Washington Pos, «una entrada electoral de bajo perfil, para los estándares de los Kennedy». El distrito 12 de Connecticut donde vive con su esposa y dos hijos, ni siquiera es un puesto nacional. Ted Kennedy Jr., de 52 años, presidente de una consultoría llamada Marwood Group, con 130 empleados, no parece dispuesto a darle la vuelta a su vida por la política. Al menos no todavía.

La obligación de servir a su país en política está tan inculcada en la saga de los Kennedy desde que tienen uso de razón que la propia Caroline Kennedy, tímida y poco diestra con los medios de comunicación, sintió en un momento dado el remordimiento de haber fallado a los designios familiares. La única hija del presidente asesinado intentó en 2008 presentarse al asiento al Senado que dejó libre Hillary Clinton, pero pronto se demostró que no estaba curtida para los mismos destinos. La presión de la prensa y las intrigas políticas le hicieron desistir antes incluso de que se dirimiese la suerte de aquel asiento. Luego Barack Obama ha premiado su lealtad con un puesto de embajadora en Japón que calma su inquietud de servicio público.

Como ella, su primo Ted Junior ha servido en múltiples causas altruistas, en su caso más enfocadas a los derechos de los paralíticos. El día en Ted Kennedy llevó del brazo al altar a la hija de su hermano asesinado, Robert, tuvo que salir corriendo para el hospital porque a su único hijo varón le habían cortado una pierna.