El Supremo avala al juez Marlaska por cumplir con rapidez la sentencia de la 'doctrina Parot'
MADRID.Actualizado:Ni hubo prevaricación ni mala fe, simplemente el acatamiento de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que derogaba la 'doctrina Parot'. Con estos argumentos, el Tribunal Supremo no admitió ayer la querella presentada por el sindicato Manos Limpias contra el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska.
Tras conocer el fallo de Estrasburgo, el magistrado convocó de urgencia un pleno para el día siguiente para resolver la situación carcelaria de los etarras afectados por esta resolución. Manos Limpias denunció al juez porque la Audiencia Nacional aún no había recibido la sentencia. Asimismo, alegó que hubo prevaricación (dictar resoluciones injustas a sabiendas) en la decisión del pleno de acatar el texto del tribunal europeo, cuyas resoluciones son de obligado cumplimiento para España.
El magistrado del Supremo Julián Sánchez Melgar consideró que el propio alto tribunal coincidió con la postura adoptada entonces por la Audiencia Nacional, «de modo que no puede ser objetivamente ilícita» su actuación. Y añadió que la rapidez de Grande-Marlaska en convocar el pleno no es un hecho delictivo. «Nunca será delito dicha temporalidad», zanjó el ponente.