La Comisión y el BCE reclaman a España que acelere las reformas estructurales
Los inspectores europeos ratifican la mejoría macroeconómica del país pero alertan del elevado nivel de desempleo y del excesivo endeudamiento
BRUSELAS.Actualizado:No hay respiro. Si alguien pensaba que con el adiós al rescate financiero de 41.300 millones la vigilancia sobre España había terminado, se equivocaba de plano. Los hombres de negro de la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE) -los del FMI, no- seguirán visitando Madrid dos veces al año hasta 2026 -hasta que devuelva el 75% del dinero- y no precisamente de vacaciones.
Así lo hicieron entre el 24 y el 28 de marzo y el 3 de abril para comprobar que la recuperación macroeconómica del país se está consolidando pero también para advertir de que quedan «sustanciales retos» por delante pese a la alabada mejoría macroeconómica registrada. «Pese a que hay algunas evidencias de un impacto positivo en el empleo, los desafíos que siguen afrontando el mercado laboral y otros corrobora la necesidad de implementar completamente, vigilar de cerca y reforzar la agenda de reformas estructurales donde sea necesario».
El comunicado conjunto emitido en la tarde del viernes sigue a pies juntillas el 'leit motiv' de la comisaría del vicepresidente Olli Rehn. Buena ración de zanahoria para animar al personal y algún que otro palo para recordar que hay unos compromisos que cumplir. Entre los aspectos positivos, los técnicos destacan la confianza recuperada en los mercados de deuda con una prima de riesgo a la baja, que las «exportaciones siguen siendo robustas», que «la demanda interna ha dejado de ser un lastre para el crecimiento» o que el sector financiero está ganando enteros, como demuestra la venta del primer paquete de la nacionalizada Bankia.
Bruselas y el BCE también elogian algunas de las reformas recientemente aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, como la norma que busca sobre todo facilitar la reestructuración de la deuda bancaria de las empresas antes de llevarlas a bajar la persiana, o la puesta en marcha de una tarifa plana temporal en la Seguridad Social, «que podría consumar a corto plazo un aumento de contratos indefinidos». Asimismo, también se refieren a la reforma tributaria que prepara Moncloa y que será esencial para cumplir los objetivos de déficit.
El informe recalca que 2013 se cerró algo por encima de lo pactado -en el 6,6 frente al 6,5%- y asegura que, con cierta disciplina presupuestaria, la meta del 5,8% de 2014 está al alcance. Los problemas llegarán a partir de entonces, porque en el caso de que Hacienda cumpliese su promesa de restablecer el IRPF al nivel anterior a la subida de 2012, el incumplimiento en 2015, año electoral, será un hecho. Y no pequeño, porque el equipo de Rehn ya cuantificó el agujero en 23.000 millones.
Vigilar el sector financiero
Los técnicos alertan de que «aún existen importantes desafíos para un crecimiento sostenido de la economía y del empleo, para las finanzas públicas y el sector bancario», sobre el que piden «una vigilancia estrecha» por «la presión en sus beneficios y el deterioro que todavía permanece en la calidad de los activos». De ahí que recomienden unos niveles «adecuados» de provisiones y colchones de capital. Pero así como elogian algunas reformas, también lamentan que otras acumulen cierto retraso e incluso se vayan a impulsar con «menos ambición de lo planeado en un principio». En concreto, el comunicado cita «la ley de liberalización de servicios y asociaciones profesionales» y «el inicio de operaciones de la autoridad fiscal independiente».
Pero si España tiene un gran desafío por delante ese es el de combatir la tasa de desempleo más elevada de Europa y solo superada ligeramente por la maltrecha Grecia. Bruselas ya ha ofrecido su receta: bajar las cotizaciones sociales y subir el IVA para contrarrestar.