Los recargos por recibir llamadas en la UE se acabarán a finales de 2015

Más vale tarde que nunca. Es lo que pensaran los 500 millones de potenciales clientes europeos de la telefonía móvil tras conocer que el Parlamento Europeo aprobó ayer, con una amplia mayoría -534 votos a favor, 25 en contra y 58 abstenciones- el fin del denominado 'roaming' a partir del 15 de diciembre de 2015. Desde esa fecha las operadoras ya no podrán cobrar recargos a los usuarios si utilizan el móvil en otro país de la UE distinto a aquel donde residen.

La Comisión Europea (CE) viene anunciando el final de los costes de itinerancia desde el verano de 2010. Primero dijo que lo podría hacer en 2013, luego lo demoró para este año y finalmente será al cierre del próximo cuando se haga realidad, en cumplimiento del paquete normativo que presentó en septiembre para un «continente conectado», es decir, la creación de un mercado único de telecomunicaciones. La justificación de tanto plazo es responder a las quejas de las grandes firmas del sector, como Vodafone, Telefónica y France Telecom.

Según sus cuentas, las operadoras europeas perderán el 2% de sus ingresos anuales con el fin del 'roaming': unos 5.000 millones de euros. No hacen los mismos cálculos en Bruselas, pues reducen el impacto real en sus balances a menos de 2.000 millones e incluso estiman que crecerán a medio plazo.

Donde sí están claros los números es en el coste que supone para las ciudadanos, al menos desde que la Comisión empezó a poner precios máximos (sn IVA) para ello en 2008. En la actualidad, el recargo para las llamadas de móvil descendió un 17% hasta los 24 céntimos por minuto (y otros siete para los usuarios que las reciben), mientras para el uso de internet se redujo un 36% hasta los 45 céntimos por mega. A su vez, para los SMS se aplicarían 8 céntimos por cada uno. El próximo 1 de julio está prevista una nueva revisión a la baja.

Para la vicepresidenta de la CE y responsable de la Agenda Digital, Neelie Kroes, «en un mercado único como el que perseguimos carece de justificación el 'roaming' y otras muchas barreras» para, por ejemplo, garantizar una internet abierta para todos, prohibir el bloqueo de la red y la degradación de su contenido -entre competidoras suelen ralentizar el acceso a sus servicios-, coordinar los servicios de banda ancha inalambrica e introducir más transparencia en los contratos. «Su desaparición es indispensable -afirmó ayer tras la decisión del Parlamento- para que los europeos puedan disfrutar de unas comunicaciones abiertas e ininterrumpidas».

Posibles excepciones

Los eurodiputados, no obstante, también acordaron pedir a la Comisión Europea que elabore directrices para casos excepcionales -que se concretarían en el reglamento- en los que sí se permitiría a las operadoras aplicar tarifas de itinerancia. Con ello se las quiere proteger frente al uso «anómalo o abusivo» de esos servicios.

En cualquier caso, según fuentes parlamentarias, las tarifas tendrían que ser inferiores a los límites que fijase la normativa. Pese a las quejas de las operadoras, lo cierto es que desde la CE apuntan que sin el 'roaming' habría hasta 300 millones más de clientes. Se basan para ello en sendas consultas hechas a más de 28.000 consumidores europeos, según las cuales tres de cada cuatro usuarios limitan el uso del móvil cuando salen de su país para evitar sobrecostes. Es más, hasta el 94% cierra sus servicios de datos y no usa internet precisamente por el mismo motivo.

Los hay incluso que llegan más lejos en su afán para no pagar recargos, pues una cuarta parte de los europeos afirma que apaga el móvil cuando viaja otro país de la UE y casi la mitad (47%) sostiene que no utilizaría internet a través del teléfono en esos desplazamientos. A su vez, un 20% optaría por usar SMS en vez de llamadas dado su coste más reducido, mientras que otro 25% directamente ni siquiera enviaría mensajes de texto.