El alcalde de Puerto Serrano presenta su dimisión nueve meses después de llegar al cargo

No ha llegado a cumplir un año en el cargo y ya presenta su dimisión. El regidor de Puerto Serrano, Francisco Javier Gómez (IU), imputado por la Fiscalía Anticorrupción en un delito de prevaricación ha decidido dejar el cargo de primer edil que juró en junio del año pasado, tras la marcha de su compañero Pedro Ruiz, inhabilitado por una sentencia. Su decisión ha pillado por sorpresa en una formación, la de Izquierda Unida, que había apostado por él como el relevo a todo un histórico que se mantuvo al mando del Consistorio 22 años.

Gómez reconoce que ha pesado mucho en su decisión que “el PSOE haya decidido llevar su guerra contra el Ayuntamiento a los juzgados”, cosa que asegura que le está ocasionando un “grave problema personal y familiar” por lo que entiende que “la de abandonar mi cargo de alcalde y de concejal es la mejor decisión que podía tomar por mí y por Puerto Serrano”. A día de hoy, la Fiscalía Anticorrupción solicita nueve años de inhabilitación por un delito de prevaricación. El Ministerio Público le acusa de haber realizado contratos irregulares a familiares de miembros de la Corporación local, tal y como adelantó LA VOZ a finales del pasado año. Una política cuestionable de contrataciones que también ha salpicado a su antecesor, condenado por la concesión ilegal de una licencia urbanística.

Asegura que durante su corto mandato como alcalde y durante su etapa de concejal “siempre he buscado la forma de ayudar a quienes me lo pedían”, reconociendo que actualmente tanto él como su familia “nos vemos superados, por un lado, por la presión judicial y, por otro, por la demanda de ayuda por parte de los vecinos”. No obstante, asegura que “éste no es un adiós definitivo sino que es un hasta luego porque no dejaré de trabajar por Puerto Serrano, esté en la posición que esté y me dedique a lo que me dedique”.

Por último, el ya exregidor ha querido dar muestras de cariño a sus compañeros de IU, concejales, militantes y simpatizantes, que “siempre han estado ahí, peleando por un mundo más justo de una manera admirable”. Dedicando además su últimas palabras como alcalde a todos los vecinos de la localidad que “no dejan de darme muestras de respeto y cariño”, y también para su familia que “tanto me ha apoyado a pesar de que el cargo les ha robado a ellos casi todo mi tiempo”.