Los radicales amenazaron de muerte a un diputado ciego de CiU y quisieron quitarle el perro
El tribunal advierte a los presentes en el juicio por el asedio de 2011 al Parlament de que no pueden fumar porros en los aseos de la sala
MADRID.Actualizado:Cuatro parlamentarios autonómicos de CiU en 2011 relataron ayer a la Audiencia Nacional el miedo y el peligro que vivieron el 15 de junio de ese año, cuando decenas de manifestantes radicales los acorralaron, zarandearon, insultaron y amenazaron para tratar de evitar que accediesen al interior del Parlament, donde ese día se iban a aprobar unos Presupuestos muy restrictivos, con gran cantidad de recortes sociales.
Uno de los testimonios más llamativos fue el del exparlamentario de CiU Josep María Llop, que vivió los hechos aún con mayor desamparo que otros por ser invidente. Llop, que como el resto de colegas declaró por videoconferencia, recordó cómo fue acorralado en las proximidades del Parlament cuando caminaba hacia la institución del brazo de su compañero de grupo Jordi Turull. Explicó que, entre gritos de «hijos de puta» y «os vamos a matar por ser convergentes», trataron de arrebatarle el perro-guía, lo que evitó al empujar a quien lo intentaba. Fue en el momento en el que se soltó del brazo de Turull cuando comenzaron a empujarlo y a escupirle. Ambos lograron huir del asedio en el coche de Artur Mas, que pasaba por el lugar, pero que también recibió golpes y patadas en la carrocería. Los únicos testigos que trataron de quitar algo de hierro a la agresión fueron los diputados de Iniciativa.
El presidente del tribunal, Fernando Grande-Marlaska, se vio obligado a reprender a los asistentes al juicio, sin hacer distinciones entre los 19 acusados, el público o los letrados, porque alguien había fumado porros en los aseos contiguos a la sala de vistas, cosa que pidió que no volviese a repetirse.