Economia

Sólo el 3% de las empresas que exportan acaparan casi el 90% del negocio

Los datos oficiales del ICEX constatan que el volumen de ventas en otros países no llegó a los 5.000 euros para más de la mitad de las compañías

MADRID. Actualizado: Guardar
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El comercio exterior y más concretamente la exportación ha sido en esta crisis la tabla de salvación para muchas empresas amenazadas de quiebra y su aportación al crecimiento del PIB ha sido sustancial en los últimos años. Sin embargo, el análisis de las cifras oficiales de comercio exterior desmonta el mito de que la economía española haya reorientado en poco tiempo hacia el exterior su actividad. Más bien la exportación ha sido el clavo ardiendo al que muchos negocios se han aferrado para no sucumbir fagocitados por la recesión.

La mitad de las 150.992 empresas españolas que exportaron mercancías y servicios durante el año 2013, exactamente 78.734, el 52,1% del total, vendieron al exterior productos cuyo valor ni siquiera alcanzó los 5.000 euros. Sólo el 22,3% del total de negocios (en concreto 33.684) lograron exportar entre 5.000 y 50.000 euros y un porcentaje exiguo (4.935 grandes empresas, sólo el 3,3% del total) acapararon el 88% de las ventas fuera (por importe de 206.202 millones de euros).

Los datos han sido extraídos del estudio 'Perfil de la empresa exportadora española', que elabora el Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Puestos en perspectiva, cuestionan el dinamismo del sector exterior del que presume el Gobierno y dibujan año tras año un panorama exportador sin cambios sustanciales, dominado por unas pocas multinacionales a las que acompañan multitud de negocios menores (la mayoría pymes) ávida por colocar fuera aquello que no pueden vender en España para, al menos, generar algo de liquidez y seguir adelante.

El informe evidencia que ese paisaje no ha variado respecto de 2011, cuando el 3,8% de las empresas se repartieron el 87,6% de las ventas. Y muy poco ha cambiado desde 2008 -el último gran año para la economía hasta que estalló en septiembre la crisis-, cuando el 4,4% de las compañías exportadoras absorbieron el 86% del negocio.

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, se felicitó la semana pasada por el incremento de la base exportadora en 2013. En una reunión con el Comité de Coordinación del Consejo General de Economías, García-Legaz avanzó que la base exportadora ha crecido «más de un 10% en el último año» y que «el número de empresas exportadoras supera ya las 150.000». Las cifras son correctas, pero lo fundamental, el reparto del negocio y la escasa potencia exportadora de las empresas que se incorporan a la aventura de vender fuera, son factores que permanecen inmutables.

Demanda interna

El último informe del ICEX sí constata un dato que anima al optimismo: en 2013 aumentó un 7,3% el número de empresas exportadoras regulares, que es como el Ministerio de Economía califica a las que han vendido fuera sus productos y servicios durante los últimos cuatro años. Es el segundo aumento anual consecutivo que registra esta variable y ya son 41.163 negocios. Siendo importante, un vistazo a lo ocurrido en años anteriores confirma que lo que se ha hecho no es un cambio sustancial, sino recuperar aquello que la crisis se llevó por delante: por primera vez el número de empresas exportadoras regulares supera a las que había en 2008 (fueron 39.641). En 2009 esa cifra bajó a 39.320; en 2010 eran 38.763; en 2011 se contaron 37.253 y en 2012 empezó la recuperación con un aumento del 3% (hasta 38.373).

Está por ver si esa tendencia alcista y ese interés exportador se mantendrán cuando se produzca la esperada resurrección de la demanda interna o si los gestores de las compañías optarán por orientar sus productos preferentemente hacia el jugoso mercado nacional.

Los datos de negocio también matizan el mensaje triunfalista que lanza el Gobierno respecto de la exportación. Desde 2007 hasta 2014 es incontestable que el número de empresas exportadoras se ha disparado un 54% (desde 97.418 hasta 150.992). Pero la cifra de negocio aumenta a ritmo menos intenso. Si hace siete años España vendió al exterior mercancías y servicios por 185.023 millones de euros, según los datos del ICEX, en 2013 la facturación fue de 234.239 millones de euros, un 31% más.

Los expertos explican que el sector exterior experimentó en este período una evolución típica de una etapa de crisis: ante el desplome de las ventas interiores, las empresas buscan fuera nichos de negocio. Para muchas el dilema es a vida o muerte: lanzarse a la aventura de la internacionalización o desaparecer.