La financiación cultural, entre «zombis, recortes y espejismos»
Un estudio sitúa a España como el país europeo que más ha recortado en Cultura desde 2011, tras crecer un 91% en la primera década del siglo
MADRID.Actualizado:La crisis coloca en números rojos todos los indicadores culturales. Tras una década de crecimiento exponencial, se desmoronan el gasto público, el consumo y la financiación privada de la cultura. Tanto, que España aparece como el país europeo que más ha recortado el gasto público en cultura desde 2011, según un estudio de la Fundación Alternativas y la Fundación SGAE que analiza nuestro sector cultural. Con todas las cifras a la baja y «golpes durísimos» para la industria cultural como el IVA del 21%, propone nuevos modelos de financiación. Denuncia la persistencia de instituciones «zombis» y advierte que el mecenazgo, percibido como tabla de salvación del sector, puede ser un «espejismo».
El director del informe, Juan Antonio Rubio de la Universidad de Barcelona, lamenta la ineficacia de las políticas culturales, denuncia su «falta de originalidad y emprendimiento» y tildar de «zombis culturales» a algunas de las grandes instituciones públicas creadas en los 80. Habla de «museos sin contenido. compras o inversiones» y «centros de investigación sin programas y con crisis de gestión».
Unos males que lastran a pequeñas instituciones y adminstraciones locales «que han perdió el norte con la falta de financiación». Sostiene que el mecenazgo, visto con bueno ojos desde todos los sectores, lejos de ser una panacea puede ser «un jarro de agua fría» que de algún modo hurte recursos al Estado. En el arranque del siglo XXI «España ha sido el país europeo occidental que más ha incrementado el gasto público en cultura» según el informa.
Si entre 2000 y 2010 la inversión cultural creció un 91%, en los tres últimos años es el que más recorta. «A partir de 2011 se observa descensos significativos que, en el caso del Secretaría de Estado de Cultura, entre 2011 y 2014 llegan a cotas del 50% nominal de recorte en los presupuestos". Una caída que contrasta con un «tendencia ascendente en Europa».