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La Generalitat no cambiará su hoja de ruta soberanista
CiU y Esquerra rechazan el fallo porque la corte es un órgano integrado por «agitadores de la catalanofobia»
BARCELONA. Actualizado: GuardarLa respuesta que dieron los partidos catalanes que impulsan la consulta a la sentencia del Constitucional fue contundente. La primera reacción en caliente tuvo solo en cuenta la primera parte del fallo, la que tumba la declaración de soberanía. La postura unánime de las formaciones favorables a la consulta fue que la decisión de los doce magistrados no hará desistir a los catalanes de votar el 9 de noviembre. «La sentencia no cambia nada», la hoja de ruta se mantiene porque es un «mandato que tenemos de la ciudadanía y este Gobierno tiene la obligación de garantizar que este proceso» siga su curso, afirmó el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs.
El consejero, en cualquier caso, quiso ver aspectos no negativos en el fallo del Constitucional, que calificó de contradictorio, chocante, complejo e incoherente. Por ejemplo, el hecho de por primera vez «se ha colado en una sentencia la aceptación del principio del derecho a decidir», o que el alto tribunal no haya tenido en cuenta todas las consideraciones a las que aspiraba el Gobierno central. Desde la Generalitat señalaron que es pronto para calibrar si la sentencia puede abrir alguna puerta para la reivindicación soberanista.
Mucho más contundentes se mostraron CiU y Esquerra, las dos fuerzas que impulsan el proceso soberanista y que cargaron con dureza contra la corte. «Demuestra ser un órgano político que únicamente redecora jurídicamente sus decisiones», afirmó el portavoz de la federación nacionalista en la cámara catalana.
Para Jordi Turull, el alto tribunal «está perdiendo credibilidad a marchas forzadas» como consecuencia de estar integrado por «agitadores de la catalanofobia».
En la misma línea, el portavoz adjunto de Eaquerra, Pere Aragonès, aseguró que lo que ha hecho el tribunal es «política». Aragonés apuntó que ante un «posicionamiento ideológico y político hay que responder desde la política, y en democracia las respuestas políticas se dan en las urnas». «No variaremos la hoja de ruta, el 9 de noviembre decidiremos cómo se hace en democracia, con las urnas y las papeletas. Quien decidirá el futuro político es la gente y no doce jueces encerrados en un despacho en Madrid», remató.
El Gobierno central, mientras, aseguró que «acata y respeta» la decisión y se felicitó de que los magistrados hayan tenido en cuenta sus argumentos. El PSOE interpretó, por su parte, que el fallo avala su tesis de que es necesario buscar una solución con la reforma de la Constitución.