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El «espejismo» del mecenazgo cultural

Un informe señala que el creciente desconcierto en el mundo de la cultura por la fragilidad de las estructuras sobre las que se asentaba su financiación

EFE
MADRIDActualizado:

El mecenazgo como tabla de salvación del sector cultural puede ser un "espejismo" y "un jarro de agua fría", según el informe "El modelo español de financiación de las artes y la cultura en el contexto europeo", presentado hoy en Madrid. El estudio, promovido por la Fundación Alternativas y la Fundación SGAE, señala que esta tabla de salvación es defendida tanto por la derecha liberal como por el sector cultural y los partidos de centroizquierda y recuerda que se trata de recursos que el Estado deja de ingresar y de administrar.

Dirigido por Arturo Rubio, de la Universidad Antonio de Nebrija, y Joaquim Rius, de la Universitat de Valencia, el informe recuerda que los ingresos por mecenazgo varían más que los públicos dependiendo de la épocas de bonanza. Además, se constata la concentración geográfica en la capital o las grandes ciudades y en instituciones de la alta cultura de lo que se financia, gozando así de mayor visibilidad social, por lo que el mecenazgo "representa una vana esperanza para las organizaciones comunitarias de las regiones periféricas".

Por ello, Nicolas Sartorius, vicepresidente de la Fundación Alternativas, destacó que el estudio defiende un modelo de financiación público en el que el mecenazgo sea complementario, no sustitutorio, así como un IVA cultural del 10%, "ya que el 21% es un disparate". En su opinión España tiene "un petróleo" en el tema de la cultura que es el idioma, "universal, potentísimo y no suficientemente explotado", y "la cultura no es solo un tema de identidad sino que afecta al estado del bienestar".

Hasta el año 2010, España fue uno de los países que más incrementó el gasto público en cultura, pero a partir de 2011 los descensos llegan "a cotas del 50% nominal de recorte en los presupuestos", resaltó durante la presentación Arturo Rubio. La política cultural española arrastra problemas desde su génesis "y es bastante ineficaz en cuanto a los nuevos retos, como la propiedad intelectual o la piratería", como se refleja en el informe en el que también se resalta que muchos de los centros cívicos y culturales creados a partir de 1980 "han perdido el norte, están en crisis de gestión y no tienen proyecto".

«Zombis institucionales»

Rubio calificó de "zombis institucionales" a algunas de las grandes instituciones, como museos que no hacen inversiones en compras y que se han quedado sin contenido. "La cultura necesita un cambio. Tras más de treinta años de políticas culturales, el consumo y la participación son menores", subrayó. En el informe se afirma que el mundo cultural vive un momento de creciente desconcierto, caracterizado por la fragilidad de las estructuras sobre las que se asentaba su financiación. Después de tres décadas de crecimiento, los datos cuantitativos se expresan en números rojos en casi todos sus indicadores: participación, ventas, facturación o empleo.

Como ejemplo de buenas prácticas el informe menciona los casos de Finlandia, Austria y Dinamarca que evidencian estructuras consolidadas y programas de reforma que pueden servir de inspiración para el caso español "pues ofrecen un alto nivel de innovación en la gobernanza, la agencialización, la transparencia, la participación y el respeto a la diversidad cultural y la integración social".

Parte importante del informe es el dedicado a los ejes sobre los que debe girar la modernización de la política cultural. Entre estos se encuentra el racionalizar y priorizar el gasto público hacia las actividades de mayor valor público e impacto social, así como redefinir los bienes públicos culturales y artísticos y los criterios de su apoyo público. Aconseja también la regulación fiscal y de mercado, en cuanto al IVA, el mecenazgo, los derechos de autor, la transición hacia lo digital y el control de los procesos oligopolizadores. Rearticular el sistema público cultural y fomentar la esfera cultural y el valor de la cultura en España.

Entre las salidas existentes, con las que el informe no se muestra totalmente de acuerdo, figuran la desprofesionalización, la exportación, la mercantilización de todas las esferas culturales y las instrumentalizaciones. El informe también es crítico con las externalizaciones en la gestión de equipamientos culturales.