«Superó las dificultades para una nueva etapa»
González reconoce el papel «clave» que tuvo en el asentamiento de la democracia y el entierro de la dictaduraAlfredo Pérez Rubalcaba Líder del PSOE
MADRID. Actualizado: Guardar«Supo unir a quienes desde posiciones políticas distintas compartían un compromiso por la libertad». Así despidió Alfredo Pérez Rubalcaba a Adolfo Suárez, al que mostró «la admiración y el respeto» de todo el PSOE por su «obra». También los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero tuvieron sentidas palabras hacia el primer gobernante de la democracia El secretario general del PSOE hizo una declaración desde la sede de su partido en la que puso de relieve «el firme compromiso» del expresidente con «la libertad, la democracia y el orden constitucional».
Rubalcaba rindió homenaje al «coraje y las convicciones» de Suárez superar «las dificultades inherentes a la apertura de una época histórica nueva». En esta tarea, agregó, buscó y halló puntos de encuentro entre quienes desde diferentes posiciones políticas estaban empeñados en «construir una España en la que cupiéramos todos».
El líder de la oposición destacó dos hitos en la labor política de Suárez, los pactos de la Moncloa y la Constitución. Ambos acuerdos, defendió, son «el mejor reflejo de su empeño personal, su capacidad de comprensión y su inteligencia» para alcanzar compromisos entre fuerzas políticas antagónicas. Rubalcaba se mostró además convencido de que el expresidente ocupará «para siempre un lugar esencial» en la historia de España.
Amistad encima de las ideas
Felipe González, el gran rival de Suárez como líder de la oposición, aseguró sin matices que «el paso de una dictadura a una democracia pluralista, tantas veces frustrada en nuestro país, se debe a su tarea». El expresidente socialista indicó que las cualidades de Suárez para «el diálogo y el compromiso» fueron «claves» para el asentamiento de la democracia.
En el terreno personal, recordó que pese a sus duros desencuentros compartieron «momentos claves de nuestra historia y una amistad que superaba las discrepancias lógicas en el pluralismo de las ideas. Tengo un recuerdo imborrable de su figura y de su tarea». Otro gran adversario, el también socialista Alfonso Guerra rememoró que fue un hombre «generoso, empático y bastante agradable» que en política «sabía hasta dónde podía llegar», no por «ambición» sino por «lucidez» sobre cuáles eran sus límites. Recordó que su nombramiento fue acogido con «desconfianza por algunos y rechazo por otros», pero al final jugó un papel determinante para la democracia.
También Rodríguez Zapatero puso en valor que Suárez «lideró el cambio de una vieja y desgarrada nación a un país democrático y reconciliado consigo mismo». Si la Transición fue «un gran ejemplo para el mundo» se debe a su «actitud, su afán de concordia, su determinación y su valentía». Recordó que tuvo una conversación larga con Suárez el 12 de octubre de 2001, en la que recibió consejos para su labor entonces de jefe de la oposición, y ya entonces advirtió «los síntomas de su pérdida de memoria», tres años antes de que su familia lo anunciara.
El PSOE suspendió el mitin que debía celebrar ayer con la presentación de las candidaturas para las elecciones europeas. En el acto deberían haber participado Rubalcaba, González, Zapatero, Guerra, Elena Valenciano y Javier Solana.